Capítulo 3: "Maldita casualidad"

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La mañana siguiente me desperté radiantemente fresca como una lechuga, mis energías estaban por los cielos y eso debia aprovecharlo.

Era muy cambiante, en lo personal solia ser alguien con cambios de animos frecuentes, un día podría estar amando la vida y queriendo disfrutar al máximo pero al otro podría odiarla, podria estar en un pozo depresivo sin salida y es que asi era yo.

Toda mi adolescencia la sufrí, a medida que crecía era más difícil seguir, los recuerdos de mi vida nunca iban a dejarme en paz y sinceramente no podria saber cuando estaria feliz y cuando estaría triste.

Mi psicóloga me dijo qué hay que darle tiempo al tiempo, no todo sana rápido, hay heridas más profundas que otras. Básicamente lo que quiso decirme es qué mis heridas estaban enterradas en mí.

Quiso decir que el tiempo lo cura todo, pero en mi caso no notaba que eso ocurriera, es como si pasara todo lo contrario. Al crecer, las heridas se hacían más fuertes y dolorosas, no notaba que curaran y realmente me sentía tan sola.

Mi apartamento, mi vida, todo era soledad y realmente eso me hacia deprimirme, por eso siempre mantengo mi mente ocupada, odiaria quedarme encerrada en mi habitacion sin comer a causa de mis problemas.

Decidí que esa no era yo, decidí dejar esa versión de mi atras, espero realmente que así sea.

Aproveche mi energía corriendo por alrededor del parque y así estuve tres horas, mis piernas ya dolian y estaba agotada.

Necesitaba una ducha y comer, necesito comida, mucha comida.

Cruzo el vestíbulo de mi edificio y veo a jaden mirarme desde su escritorio, una sonrisa se dibuja en sus labios y un guiño sale de mi por inercia mientras le sonrió.

---Chica fitnes--- murmura viendome ir hacia el---Me gusta---

Sonrió a medida que me acerco y me tiende su libreta y se la quito suavemente sin despegar mi mirada de el.

El me da su birome y aprieta sus labios.

Anotó mi horario de llegada y le entrego la libreta junto a la birome.

Estos apartamentos tienen protocolo de seguridad ya que son de propiedad militar, muchos militares viven aquí y los impuestos son pagos por el gobierno, si dejas tu trabajo como militar te quitan el apartamento.

Uno de los protocolos es avisar cuando sales y entras.

---¿Haces algo está noche?--- pregunta alzando una ceja.

---Estaré arriba--- le aviso y asiento ---Sube--- el asiente nuevamente.

---Llevaré comida china---

---Sabes que no la comeremos--- le resto importancia y río.

El aprieta sus labios y asiente entendiendo perfectamente el porque.

Antes de irme siento su mano agarrar la mía y la lleva a sus labios para depositar un suave besito alli logrando que todo mi cuerpo se tense y tragué saliva.

---Jaden, no--- pido en un susurro piadoso y el asiente sonriendome.

Salgo disparada a mi apartamento y procuro encerrarme alli dentro hasta mañana.

Jaden y yo tenemos una corta historia que se basa en sexo y solo sexo, sin rollos amorosos ni nada por el estilo, es algo que el parece no entender.

No soy idiota, noto sus actitudes hacia mi y aunque el diga que no va a enamorarse, puedo notar como me mira y como sonrie cuando está conmigo, quiere darme señales de algo y yo solo actuó como si no me diera cuenta y es qué no busco una relación amorosa.

Caricias Ardientes © [#3]PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora