como empezo todo

0 0 0
                                    

Bueno, ya me presente, pero ahora lo haremos formal. Me llamo Belén Iñiguez, tengo 22 años, nací el 15 de agosto del año 2000, soy Leooo, jajajaja, sí, soy del signo Leo.
Signo conocido por ser egocéntricos, vanidosos, ostentoso, llamativo.
Pero cuando era niña no era así, era una persona completamente diferente, fui una niña triste que trato de encajar en un sociedad en donde no era normal. De niña no era capaz de entender mi sentir. Me sentía distinta, me sentía sucia. Todas las noches despertaba con la almohada llena de sangre porque cada vez que iba al mundo de los sueños mi nariz no dejaba de sangrar, porque cuando me bañaba lo hacía con traje de baño porque siempre sentía que alguien me observaba. Porque siempre me sentí sola y abandonada. Porque nuca tuve una familia o alguien que se preocupara de mi como un padre tiene que hacerlo. Siempre desee ese amor incondicional, el amor incondicional que yo soy capaz de darle a mi hija. Porque sí, tengo una maravillosa hija. Después de todo lo que viví pude aprender a como ser mamá, y perfecta no soy, pero se que a mi hija le doy todo el amor que a mí nunca me dieron.

Es difícil entender la vida y el porque de las cosas, es difícil entender que los padres tienen otros sueños, es difícil entender que no somos todo para ellos y va más allá de un estructuramiento social, porque en nuestra primera vida, o a temprana edad ellos son todo para nosotros y con la inocencia de la niñez no es imposible pensar en el daño que nos hacen, o que las cosas que vemos que finalmente son las que nos están enseñando están mal, porque somos puros y amamos de corazón, no tenemos que dejar que nadie nos robe la pureza del amor, ni siquiera nuestro padres.
Es impensable considerar que una madre pueda tener celos de una hija o que un padre pueda tener un deseo sexual hacía ella, pero que sea impensable no quiere decir que no ocurra, tuve que lidiar con esto a temprana edad, pero sobrevivi, es como estar en un constante momento tenso de una película de terror o de suspenso, cuando llegas al clímax y descubres el horrible origen del monstruo o del crimen, es como vivir en una película de Pedor almodóbar o estar en un escrito de Edwar Allan Poe, donde la trama es extremadamente buena pero eso no quita la incomodidad y el malestar en la boca del estomago. Ahora que lo pienso de esta forma logro entender porque me encantan las películas de terror, los relatos de psicópatas y el suspenso. Me acostumbre a tener esta sensación de pequeña, fue todo lo que conocí en mi primera vida.
De las primeras cosas que recuerdo con claridad es haber ido a vivir con mi mamá con mi abuela, teníamos una pieza en el primer piso que daba a la calle, la venta tenía una reja que la cubría y recuerdo ver a mi progenitor llevarme regalos, mi película o serie favorita de cuando era pequeña era winnie poo, recuerdo que me llevó un peluche de Tiger y me sentí feliz. Pero también recuerdo que verlo significaba un conflicto, que tenía que ser secreto y sin que nadie se diera cuenta de que el estaba ahí. Esa persona me hacía muy feliz pero también me hacía sentir muy mal. Y mi madre una constante ausente, siempre con el pretexto del trabajo, no voy a negar que era una mujer muy trabajadora, pero sus días libres los pasaba con amigos y sus novios. Nunca podía estar sola conmigo siempre me sentí un estorbo para ella, una carga y siempre me lo hizo notar. Si me pongo a pensar de quien de los dos me hizo más daño fácilmente podría decir que mi padre, pero si lo pienso más a fondo me doy cuenta que me madre, es difícil pensar que en la construcción social se asuma que una mujer se tiene que quedar con el niño y ser la fuerte, porque es complejo, cuidar a un niño requiere de estabilidad mental, económica y generar espacios seguros. Es complejo pero uno como niño tuvo más apego con esa mujer desde el vientre. Siempre se lo dije, yo conocí tu interior, yo te amo con mi vida. Pero fue ella quien más me desprotegio. No puedo hacer un juicio frente a su maternidad, porque como ya dije, hoy no considero que sea una persona que esta al cien por ciento .

Recuerdo la primera vez que me hecho de la casa, tenía 13 años. Nos habíamos ido a vivir con uno de sus novios a un bello condominio en las condes , una de las comunas donde vive la gente con mejor pasar económico de Santiago. Siempre me sentí extraña en ese lugar. Yo crecí en Estación central.
Mi madre se enamoro de este tipo que venía de una familia de pacos, pensaba como paco y actuaba como paco. Era una persona que despreciaba al flaite y discriminaba al pobre.
En muchas ocasiones tuve diversas conversaciones con mi mamá donde le decía que yo no me sentía parte de ese lugar y que porfavor me dejara volver con mi abuela, pero no. Nunca entendí esa postura, si era por orgullo, o si era por posesión. Cabe recalcar que tengo una hermana que es más grande y que nunca vivió conmigo, ya que mi mamá la dejó cuando era pequeña. Mi madre me contó de que ella tenia miedo de mi progenitor le hiciera algo y aún así siempre lo defendió y me dijo que él no era una persona mala.
Pero bueno volvamos a la primera vez que mi madre me hecho de su vida, recuerdo haber faltado a clases como era habitual y haberme quedado con ella en casa, recuerdo empezar a pelear por cualquier tontería, cuando se pone psicótica así empieza todo, primero son críticas, luego desaires, cuando ve que eso no me afecta porque soy una persona serena empiezan los insultos. Creo que mi querida madre me ha dicho de todo, me ha tratado más mal que mi peor enemiga, recuerdo frases como: "eres una puta" , "no sirves para nada" , "lo único que vas a lograr va a ser estar con un wn" , "lo único que vas a lograr va a ser embarazarte de un wn para que te mantenga" y así, esas son las frases que tengo más marcadas en mi mente de la niñez, porque no fue una discusión, si no, que fue en varias ocasiones, después solía disculparse con una espectacular salida o con un maravilloso regalo pero al yo mostrar desinterés por entender que era un premio para que la perdonara termina en un "eres una mala agradecida" o "eres una interesada" , finalmente siempre siempre el problema era yo, el conflicto era yo, no entendía porque me odiaba tanto, no entendía porque si no quería ser mamá me tuvo, no entendía y no lograba entender. La primera vez que me hecho de la casa la pelea culminó en pegarme con una peineta y decirme que me fuera, que era una Maraca culia, recuerdo que ese día había cocinado charquican, hasta el día de hoy no soporto el olor de ese exquisito platillo, cuerdo preparar mi mochila y salir de mi casa, tomar la micro y irme a la casa de una compañera de liceo, a donde más podía ir. No tenía a nadie que me defendiera ni me quisiera defender, ese temer a esa mujer o ese respeto era más fuerte que el querer proteger a una niña, luego me tenía que ir, iba a llegar la madre de mi compañera y no quería tener que lidiar con explicar la situación a un extraño, ni meterla en problemas porque se pensara que sabía que me había ido de mi casa teniendo 13 años , así que tome la micro y volví pero me fui a una plaza, con la intención de quedarme toda la noche ahí, cuando llegue a la casa prendí mi celular y tenia muchas llamadas perdidas de familiares, finalmente llame a mi mamá y le dije que me fuera a buscar. Siempre pienso y si me hubiera quedado, y si jamás hubiera volvió. Pero jamás lo sabré porque no lo hice, porque tenía miedo y porque tenía la esperanza de que un día me iba a amar como yo la amaba, porque la cuidaba, me gustaba cuidarla de su propia mente cuando estaba desbordada, porque era mi bebe y no podía permitir que se hiciera daño, porque sabía que si algo pasaba ella iba a considerar que había sido por mi culpa y no podía soportar verla sufrir por mi, porque si yo no era su saco de box quien iba a serlo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 26, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

como sobrevivir a una madre narcisista e un padre psicópata, y sobrellevarlo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora