Emperor Eye

2.No lo entiendo...

La música resonaba en mis oídos. Caminaba rápido,  entre los charcos que quedaban de la noche anterior, y por si fuera poco, empezó a llover. Corrí por detrás del gimnasio, hacia un lugar resguardado. Pero al correr por el terreno desigual, tropecé con algo. Justo antes de rozar el suelo, una mano atrapó mi brazo. Quedé suspendida a centímetros del suelo mientras otra mano rodeaba mi cintura y me atraía hacia arriba. Incoscientemente, me agarre a su camisa, donde podía verse un 4 azul. Poco a poco fui levantando la mirada, hasta encontrarme con esos ojos, dorado y rojo, los colores que formaban aqulla mirada heterócroma. Entonces me dí cuenta de lo cerca que estabamos, yo apoyada en su pecho, agarrando el sudado uniforme de basket y el sujetaba mi mano con delicadeza y algo de agresividad mientras su otra extremidad, rodeaba mi cintura. Correspondió mi mirada y una sonrisa se dibujó en su rostro. Luego dijo con esa voz a la que yo respondería cuando fuera:
-Deberías tener más cuidado, hubieras acabado bastante mojada, aunque eso no hubiera estado tan mal- desvió su mirada hacia más abajo de mis ojos mirando mi camiseta mojada y traslúcida por la lluvia.
No enrrojecí como harian otras chicas, solo me separé de el bruscamente y mirándole fijamente le dije:
- Gracias por cojerme a tiempo, ehh... - dije haciendo como si no supiera su nombre. (Puede que entienda por que a veces me llaman Tsundere).
- No actues como si no me conociras, Rei - dijo calmado y dandose la vuelta - Si quieres te dejaré un camisa, no quiero que otros chicos se te queden mirando.
Le dedique una mirada incredula, pero tenía razón, podía pillar un resfriado también, así que le seguí dentro del gimnasio. El cerró la puerta despúes de mi.
- Toma - me dijo tendiendome una sudadera gris - deberias quutarte esa.
- Date la vuelta - dije mirando hacia otro lado, evitando su mirada.
- En serio? - dijo el amenazante
- Eres idiota (?) - respondí ironicamente y en un tono elevado - no pienso quitarmela si me miras!
Akashi me miró por última vez, de abajo a arriba y de nuevo esa tensión al miarnos a los ojos, decidi cortarla antes de que fuera a más.
- Vamos!! -
Finalmente se giró. Yo resoplé y comencé a desabrocharme la camisa, dejando mis pechos al descubierto. Le miré, pero aparté la vista rápidamemte, me había sonrojado? No era típico en mi. Me dí la vuelta tambien, para darle la espalda y me puse la prenda que me había dejado, bajo la aplastante sesación de que me miraba. Al terminar, volví a girarme y le ví con un balón de basket en la mano, no se giró pero empezó a hablarme:
- Mañana cuando me devuelvas la sudadera debes dejar qu te toque el culo.
- Quee!? - grité, dando un paso hacia delante -Si quieres fardar de piva delante de tus amigos buscate a otra.
El me miró y se acercó a mi, haciendome retroceder hasta la pared más cercana. Me encerró con sus brazos.
- Crees que no puedo tener a la chica que quiera? - guardé silencio, mirándolo, aguantando esos ojos que tanto me fascinaban. - el único problema es que te quiero a ti.
Se acercó más a mi y yo no pude hacer nada mientras sus labios rozaban mi cuello y subian hasta mi boca. Allí, jugetearon con mis labios y finalmente, abriendolos, dando paso a nuestras lenguas ansiosas por rozarse. Le cojí de la camisa, acercandolo todavía más a mi. Que estaba haciendo? No es coml si a mi me gustara Akashi, entonces por que? Estaba hecha un lio, pero no podia parar, no queria que parara. Subí mis manos a su cuello y poniendome de puntillas seguí el ritmo de ese beso.
Pero Akashi se separó de mi y sonrió suavemente.
- Ves? Realmente querias que esto pasara - dijo mientras se daba la vuelta y seguia entrenando - en la entrada está mi paraguas, cojélo, puede que todavía llueva-
Me quedé un rato quieta, confusa, mirando como lanzaba una y otra vez, sin fallar. Cuando pude reaccionar cojí el paraguas, le miré por última vez y me fuí.
Prefería no pensar en lo que había ocurrido, pero no podia evitar acordarme de sus ojos, mirandome dura pero a la vez tiernamente. Eso aceleraba mi corazón y por si fuera poco, su sudadera desprendía un olor tan agradable... me la acerqué a la nariz. Olía a él.