Emperor Eye

6. Manager?

Llegué al gimnasio y cuando iba a entrar una voz grave me sorprendió

- Oye las pruebas de manager no son hoy - dijo alguien detrás mia.

- Eh? - me di la vuelta y me quedé quieta al ver al tipo que tenía delante. Era muy alto y musculoso, de piel oscura y pelo negro. Parecía realmente rudo. Me volvió a decir:

- Que las pruebas de manager no son hoy, si no mañana, pequeña; o a caso has venido a ver a ese tipo... emm... Akashi - alcé la cabeza al oir su nombre.

- Bueno... es más la segunda- dije sonriendo un poco entre dientes.

- Oh genial! Otra admiradora... - dijo con ironía mientras pasaba a mi lado entrando en el edificio. - esta bien pero promete no molestar, chica, quédate tranquilita junto a las demás.

- Las demás? - dije cambiando la expresión y siguiéndolo.

Al entrar, él señaló a un grupo de chicas. Luego se despidió y fue con el resto del equipo. Le seguí con la mirada y me encontré con la de Akashi, esa mirada que me hacía sentir asfixiada por una presión invisible. intenté apartarla, pero no pude, al final fue él quien lo hizo. Caminé junto al resto de chicas, sin intención de hablarles. sentía sus miradas clavándose en mí, pero no me importaba en absoluto.

Ví a Sekai sentada en un banquillo y ella al verme vino corriendo hacia mí.

- REI-CHAN!! - dijo con una sonrisa amplia - has venido, cuanto me alegro de verte. Estaba harta de esta solo rodeada de niñatas que solo vienen a ver a Akashi Seijuro.

- Todas ellas están aquí por él? - pregunté mirando mal todas ellas, aunque ya sabía la respuesta.

- Seh - Sekai tenía una expresión despreocupada, pasaba un poco del tema... - Oye, mañana es la prueba para manager del equipo... quieres que nos apuntemos, Rei- chan?

- Mmmm... Qué se necesita para ser manager?

- Pueees buscar información sobre el equipo contrario, establecer encuentros amistosos, cuidar bien de los chicos... Supongo que son las Cosas más importantes.

- Ahh, y una mente estratega? Jajaja Solo bromeo, bien Si quieres nos apuntamos juntas!

- Siii! - Me abrazó tan fuerte que casi me parte algún hueso.

Sonaba bien ser manager, pensé mientras acariciaba la cabeza de mi amiga que todavía no me soltaba. Quería seguir hablando con ella pero un fuerte pitido, que hizo que Sekai se extemeciera, nos indicó que el entrenamiento comenzaba.