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-Estás increíble- dice Stella mirándome desde el espejo.

Me había puesto un vestido corto de color azul marino que resaltaba todas mis curvas y mi pelo rubio en contraste con los ojos azules, algo que dejé de hacer desde mi primer beso en Italia.

-¿Quieres sorprenderle?- pregunta con una sonrisa traviesa que esconde muchas intenciones detrás.

-No tengo que sorprender a nadie, ya que vamos a esa fiesta quiero disfrutar- respondo sinceramente.

-Vámonos- hablan los chicos entrando en nuestro cuarto.

-Estáis muy guapas- murmura Alessandro.

-Gracias- le contesto saliendo de la habitación.

Marco nos llevó a todos a casa de Zinerva y allí nos esperaban mis dos amigas con Fiorella Romano, la novia de Conte y la compañera de clase de Stella desde primer año, las 5 formamos el grupo de chicas que siempre salen juntas. La noche hasta las doce se resumió en beber, charlar, bailar, cantar y las intenciones de Russo porque Greco se fijara en él, algo que nunca pasó. Cuando el reloj marcó las doce y media de la noche decidimos ir hacia la casa de los Lombardo y para cuando llegamos en dos coches, el chalet ya estaba a rebosar de gente.

-Hola- saluda alegremente el anfitrión de la casa mirándome exclusivamente a mi.

-Hola- dicen todos a coro menos yo.

-Estás espectacular- susurra en mi oído cuando paso por su lado.

-Lo sé- contesto sonríendole falsamente y sigo a mis amigos para evitar quedarme con él a solas mucho más tiempo.

La mayoría de gente era de nuestra universidad, pero también había deportistas conocidos y personas de otras universidades de Sicilia. Al final del salón, junto a la cristalera que da al jardín trasero de la parcela, se encontraban Enzo y su grupo de amigos que me miraban y sonreían invitándome a acercarme a ellos.

-Saltan chispas entre vosotros- me dice Bianca que se ha percatado de nuestra guerra de miradas.

Estoy nerviosa, lo admito, hace mucho tiempo que no coincidiamos en una fiesta, es decir, en un lugar que ya no es la facultad de derecho y del cual es más complicado huir de él con tanta facilidad.

-Voy a por una copa- les aviso a todos alzando mi vaso vacío de plástico para que me entiendan por si acaso no me escuchan con la música.

Miré mi IPhone y tenía diez llamadas perdidas de la misma persona.

-Joder- susurré para mi misma y entré en la cocina, donde para mi mala suerte estaba Dante.

-Hola de nuevo Ricci- saluda educadamente.

-Hola- respondo cogiendo una botella de vodka.

-Todos te miran esta noche- bromea acercándome la fanta de limón.

-Suelen hacerlo siempre en realidad- le corrijo siguiéndole el juego, aunque los dos sabemos perfectamente que yo no miento.

-Pensaba que no ibas a venir- confiesa sirviéndose un poco de ron.

-Pensabas mal- suelto riendome fríamente.

-¿Bailas?- me invita extendiendo su mano en mi dirección.

-No, gracias- niego saliendo de la cocina.

Fui a donde estábamos todos antes y como era de esperar ya no estaban. Fio y Ale bailaban pegados entre la multitud, Bianca intentaba hablar con Luca de forma sexy, Zinerva se reía junto a un grupo de chicas de segundo año y Stella ya estaba liándose con un chico cerca de la pared que está al lado de las escaleras que suben a la segunda planta.

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⏰ Última actualización: Oct 30, 2022 ⏰

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