Incluso si trato de cubrir mis ojos, puedo sentir la intensidad que proviene de ti.
Digo "no", y me río. Pero soy un muy mal mentiroso.Otra vez el ruido del teléfono despertaba a Kihyun. Con los ojos aun medio cerrados, tomó de mala gana el aparato que se enontraba en su mesa de luz, solo para sentirse incluso mas molesto al leer el nombre en la pantalla.
Cada vez que él lo buscaba era porque necesitaba algo, ya fuera dinero, sexo o simplemente contención. Y Kihyun lo sabía. Por eso había decidido que la próxima vez que él apareciera, se limitaría a rechazar la llamada y continuar con su vida. Y eso fue lo que hizo, o al menos lo que intentó hacer. Porque cuando los pensamientos sobre Hyungwon comenzaron a invadir su mente, se llenó de una culpa que era consciente de que no le correspondía, pero que sentía muy suya.
"No atiendas." Dijo la voz de la razón dentro de su cabeza.
"Pero, ¿y si le pasó algo? ¿Y si me necesita de verdad?" Respondió la voz de su corazón.
Kihyun se había dado cuenta hacia mucho tiempo de que una llamada de Hyungwon era crónica de una muerte anunciada. Que probablemente lo único que quería el chico era compañía y que, tras no haberla encontrado en otro lugar, volvía él, cuyo cuerpo y corazón parecían anhelarlo tanto que el sentimiento apagaba por completo a la razón.
-¿Hyungwon? -preguntó tras atender la llamada- ¿Estás bien?
-¿Podrías abrirme? -contestó el chico desde el otro lado de la línea.
-Hyungwon, es casi la una de la mañana. Volvé a tu casa, por favor -rogó el mayor.
-Kihyun, solo esta vez, abrime -imploró Hyungwon-. Hablemos.
La súplica en la voz del muchacho hizo que Kihyun cediera fácilmente, pues lo atormentaba la idea de no asistir si alguna vez su amado lo necesitaba.
Pero Hyungwon no era ningún santo, y tampoco era tonto. Él comprendía muy bien como mover los hilos para que Kihyun cediera ante cualquiera de sus caprichos. Así había logrado convencerlo por mucho tiempo de que volvieran a verse, de que salieran, de que se quedara junto a él, de que le abriera la puerta, de que le diera otra oportunidad. Y Kihyun caía una y otra vez, porque llegado a ese punto, no sabía como dejar de hacerlo.
Un par de ojos cargados de una falsa inocencia lo miraron cuando abrió la puerta y Kihyun no hizo mas que moverse, invitándolo a pasar.
-¿Qué pasa? -preguntó el dueño de la casa.
-Vine a buscarte porque te extraño -contestó el menor sin ningún tipo de reparo, mientras se acercaba sigilosamente. Y no era una mentira, Hyungwon si lo extrañaba, pero quizás no por las razones que el mayor hubiera deseado.
-Hyungwon, ya pasamos por esto -dijo Kihyun tras lanzar un suspiro cargado de cansancio-. Pensé que necesitabas algo urgente, es muy tarde, volvé a tu casa.
No decía la verdad, porque en el fondo siempre supo que Hyungwon no lo buscaba por algo importante. Le mentía al joven con el afán de conservar el único gramo de dignidad que creía tener. Y se mentía a él mismo solo para no torturarse de manera tan brusca cuando todo volviera a salir mal.
-Te extraño, eso es urgente para mí -respondió el menor.
-Para mí no -contestó Kihyun de manera tajante-. No podés simplemente aparecer a la madrugada en mi casa cuando se te de la gana.
"Mucho menos si vas a volverte a ir." Quiso agregar.
-Dijiste que podía buscarte si te necesitaba -susurró Hyungwon agachando la cabeza-. Te necesito ahora.
Y ahí estaba otra vez el sentimiento de culpa que Kihyun no podía, o mas bien no quería, combatir. Porque al mayor le encantaba escudarse en la idea de que ese chico lo necesitaba, de que no tenía a nadie mas que a él, de que era su deber cuidarlo. Cuando la realidad era que tal deber no existía, que Hyungwon no era mas que otra relación fallida, un corazón roto en el camino recorrido que debería haberse convertido rápidamente en recuerdo.
Pero, ¿cómo podría alejarse de él si su sola presencia alborotaba todos y cada uno de los sentidos de Kihyun? ¿Cómo no sentir culpa por alejarlo si sus ojos lo miraban con un brillo que parecía tan puro que el mayor deseaba creerle una y mil veces mas?
-Podés buscarme si necesitás algo, pero no si me extrañas. Esto, lo que sea que hubo entre nosotros, está terminado -decretó, mas para sí mismo que para el otro joven.
-¿Y qué pasa si te necesito a vos?
-Eso es algo que tenés que resolver solo, Hyungwon -contestó el mayor.
-Amor -llamó. Pero Kihyun lo interrumpió antes de que pudiera continuar.
-No me digas "amor".
-Kihyun -se corrigió- dame una sola chance.
-¿No dijiste eso la última vez? -reclamó el mayor- ¿Y todas las anteriores?
-Hago lo mejor que puedo, sabes que no es fácil para mí estar en una relación -se excusó-. Siempre supiste que eso no es lo mío, y aun así me lo exigís todo el tiempo.
-No lo digas como si fuera yo el que está mal.
-No digo que estés mal vos -aclaró-. Pero creo que no nos entendemos porque no te estás poniendo en mi lugar, y con esa actitud me haces sentir mal a mí -se victimizó el menor. Y Kihyun, ignorando la voz dentro de él que le decía que estaba cayendo una vez mas en el juego de Hyungwon, se sintió aun mas culpable.
El mas joven volvió a acercarse a él cuando notó que Kihyun había bajado la guardia.
Era tan profundo el conocimiento que Hyungwon tenía sobre Kihyun que era capaz de descifrar cada gesto, pose, y tono que el otro chico usaba de manera consciente o inconsciente. Había aprendido a entender cuando debía parar de presionarlo y cuando tenía luz verde para avanzar. Y hubiese sido hermoso que Hyungwon supiera tanto sobre Kihyun si el mas joven hubiera usado esos conocimientos para amarlo en lugar de manipularlo.
-Hyungwon, por favor -suplicó Kihyun, luchando con su cuerpo que deseaba corresponder a la cercanía del muchacho-. No hay nada para vos acá -afirmó.
Pero volvía a mentir, porque Kihyun había caído nuevamente ante Hyungwon desde el momento en el que contestó el teléfono, así como había caído mucho tiempo antes, cuando la sonrisa del menor lo encandiló tanto que acabó por volverlo ciego.
El problema no era que Hyungwon no quisiera a Kihyun, porque lo hacía. El problema era que nunca iba a ser capaz de hacerlo de la misma forma en la que Kihyun lo amaba a él. Y ambos lo sabían.
Porque el amor de Kihyun era tan profundo y desinteresado como para ser incapaz de darle la espalda a Hyungwon. Mientras que el amor de Hyungwon era tan superficial y mezquino que nunca soportaría el golpe que su ego sufriría si dejara escapar a Kihyun.
-Amor -llamó con voz profunda acortando cada vez mas la distancia entre ellos-, sos un muy mal mentiroso -se burló.
Y entonces, sin tener nada de resistencia por parte del enamorado Kihyun, Hyungwon lo besó.
Y Kihyun, aferrándose al cuerpo del mas alto como si así pudiera evitar que él se esfumara (y lo haría), decidió que iba a preocuparse por su corazón roto al día siguiente.
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Amé este relato, así como amo la canción que le dio vida.
Es la primera vez que escribo algo sobre este ship, y no se por qué, si es uno de mis favoritos. Tampoco se por qué mis instintos me llevaron a poner a Hyungwon (que ante mis ojos es un sol) como este tipo de personaje, pero al menos dentro del relato tenía sentido. Obviamente es todo ficción y de mas está decir que no están buenas este tipo de actitudes. Lejos de romantizarlas, espero que se note lo mucho que cuesta salir de este tipo de círculos viciosos.
En fin, gracias por llegar hasta acá y haberme leído.
Melu.
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YOUTH
FanfictionEsta es una serie de pequeños relatos inspirados en las canciones del mini-álbum titulado "Youth" de Kihyun. Algunos son sobre ships y otros son un poco mas personales. Espero que a ustedes les gusten tanto como a mí.