Cap 1, Ese sentimiento de desfallecer

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Son las cuatro de la madrugada y me llega un mensaje al móvil diciendo lo siguiente:

-Estimado Mike Misfortune, tememos decirle que usted, hoy va a morir. Sentimos mucho decirle esto.

Le recomendamos decírselo a sus seres queridos o amigos cercanos y pasar el mayor tiempo con ellos.

Le deseamos que su último día sea especial.- Fin del texto... No me gustaría llamar a mi padre, ya que mi padre me obligaría a estar con él y no me apetece.

A mi madre le pasó lo mismo el día en que nací. Por esa razón no me gustaría estar con mi padre.

Me levanto de la cama para empezar el día y conseguir más tiempo.

Ya son las cinco y no se que hacer, estamos de vacaciones de verano y me la he pasado jugando hasta las tantas de la noche.

Así que decidí irme al bosque que hay cerca.

Cuando ya me adentro en el bosque empiezo a ver todo lo que está a mi alrededor.

Cuando respiro profundo huelo el olor a pino, el crujir de las hojas cada vez que camino y las grandes copas verdes de los árboles, los pequeños arbustos con bayas de color morado y rojo, pocas veces encuentras fresa pero no es imposible. Mientras sigo caminando me adentro cada vez más al bosque los matorrales se vuelven más difíciles de atravesar y algunos de estos tienen astillas, no duele pero molesta y me incomoda ya que se me queda incrustado en los pantalones vaqueros que llevo puesto.

Observó la casa del árbol que mi padre y yo construímos cuando yo tenía cinco o seis años de edad, está hecha un desastre, tenía enredaderas, tiene espinas, mientras tanto la escalera tiene la pinta de no aguantar mucho mi peso, estos últimos años la he descuidado bastante. Me subo al árbol con cuidado de no caerme y observo mi alrededor.

- Se nota que lo he descuidado bastante en estos tiempos.- digo en voz alta y escucho un silencio detestable y el sonido del viento no ayuda demasiado , cogí mis cascos y empecé a escuchar música mientras miraba el tiempo pasar.

Ya son las seis de la mañana y veo el del todo. no se cuanto va a durar...

¿Y si es un farol? el porcentaje es bajo pero tampoco se diría que sea ¿verdadero?.

Mejor no bajar por las dudas.

Son las diez de la mañana y me esta dando hambre... ¿Qué pasa si bajo corriendo y voy a por comida? ¿Pasará algo?.

Salgo corriendo a mi casa coger lo que puedo e irme dentro del bosque otra vez. No me pasó nada al parecer.

Empiezo a calentar agua en la pequeña estufa que tengo y empiezo a abrir el vaso de sopa instantánea y esperar tres minutos.

Mientras me como la sopa veo una ardilla posada en la ventana, de pequeño recuerdo que una ardilla siempre venía mientras comía algo y le daba un poco. Le doy un fideo a la ardilla y se sube a mi brazo y se posa en mi hombro mientras se come el fideo. Unas horas más tarde ya estaba jugando con la ardilla y miró a la ventana y observó que ya está atardeciendo serán las 7 de la tarde aproximadamente y la ardilla se va por la ventana mientras tanto me acuesto en el suelo y me pongo a mirar el techo, veo que hay pegatinas con formas de estrellas y planetas que brillan levemente en la poca oscuridad que hay.

Me levanto de golpe y me mareo un poco, cuando ya se me calma el mareo me pongo a mirar la ventana y veo como el sol va tiñendo el cielo de colores que no puedo describir, una belleza inimaginable. Esos colores que me hacen imaginarme a una amiga mia de pequeño, Marisa, con los ojos verdes y cabellera castaña. Este cielo es de colores hermosos; rosa, morado, naranja, rojo...

Veo que se van difuminando poco a poco cada vez que el sol baja, cada vez más vivos y más oscuros cada uno de ellos.

Cuando ya paso un rato largo veo el cielo estrellado y como hay estrellas fugaces por todo el cielo, pero creo que en realidad son meteoritos, se me olvido que hoy era la lluvia de meteoritos.

Decido bajar para verlo mejor pero, eso fue una muy mala decisión, observó el cielo estrellado como si fuera una pintura, veo los meteoritos caer, la mejor noche y posiblemente la última de mi vida.

Siento un dolor indescriptible en el estómago, no logro ver bien lo que era pero solo se que había una mancha enorme en mi camisa blanca, algo oscura, entre un negro o algo parecido, me giro solo para ver una sombra, una figura como de un hombre o lo que quiere parecer lo de una mujer.

no sabría quién podría ser pero se me hace familiar esa silueta.

Siento un dolor descifrable en la cara, el cuello y pecho, para finalmente desvanecer ese suelo frío y duro.

Me llamo Mike Misfortune.

Tengo 17 años y he muerto el 14 de noviembre.

La fecha de cumpleaños de mi madre, a las 9:27 en la lluvia de estrellas.

Lo último que siento es el suelo frío y mojado de la lluvia que no sentí.

Este ha sido mi último día para vivir.

Último día para vivir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora