Mi primer héroe verdadero

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Que irónico es darse cuenta que las situaciones surrealistas que creías que solo eran exageraciones de la ciencia ficción, se convierten en parte de tu historia y, si bien es cierto que lograste alejarte de ese ambiente tóxico, no puedes dejar de pensar si hiciste lo correcto al haber callado tantos secretos.
Que difícil es ser víctima de violencia de pareja, de abusos, traiciones y saber que se están cometiendo varios delitos pero al mismo tiempo sentirse impotente por no tener pruebas suficientes o la fuerza para denunciarlo.
Siendo hombres o mujeres todos tenemos derecho a ser tratados con respeto, incluyo también a los animales porque si bien es cierto que existen granjas dónde se veían animales para luego cocinarlos, ellos merecen tener un trato digno mientras están vivos, porque así su alma estará tranquila. No soy vegetariana ni vegana extrema, pero si creo que los animales merecen tener el mismo derecho a una vida digna como lo haría cualquier humano, la única diferencia es el tiempo de vida, pues el reino animal tiene sus reglas escritas desde el comienzo de los tiempos, sin embargo entre animales también se respetan, los animales no cazan por diversión, ellos cazan para alimentar a su familia, y así era el ser humano hasta que algo cambió.

El derecho a ser tratado con dignidad no es solo para los humanos, es para todo lo existente, hay que respetar el trabajo de la naturaleza y la vida misma, solo tomar lo necesario para vivir bien y ser feliz con lo que tenemos.

Cuando uno se enamora por primera vez, comete muchos errores, pero eso no es razón para aceptar maltratos, o permitir que otros sean maltratados.
El problema de guardar silencio ante una situación de riesgo es que a veces, por "ignorar" el problema, éste se vuelve más y más grande.

Recuerdo la noche cuando me encontraste temblando y abriste tus ojos sorprendidos al verme tan shockeada, me preguntaste que había sucedido y yo todavía tenía un nudo en la garganta mientras trataba de entender que había sucedido, que había hecho mal. Solo tuve que decir una frase para que salieras de la casa muy serio y no volví a ver al dueño de mi terror en la vida.
Ese día por la noche, como yo había estado practicando durante toda la tarde una coreografía de baile, había logrado dar una vuelta que normalmente no podía hacerla sin marcarme, así que yo, en mi inocencia, quise mostrar mi logro a un desconocido y así lo hice. No sé si fue mi sonrisa y mi inocencia lo que atrajó tanto a esa persona pero se acercó a mí y colocó una mano un mi rostro.
Ese simple acto me hizo sentir terror, quería gritar y llorar. Entré a tropezones a mi casa de tan asustada que estaba. No entendía que había sucedido, solo sentí que me apretó con demasiada fuerza. El no tenía derecho a hacerme una caricia y ese movimiento no fue para nada una caricia.
Ese fue el día en que supe que tú me protegiste más que nunca, aunque me diera cuenta hasta muchos años después, pero tú siempre fuiste y serás mi primer héroe verdadero.
Te amo papá

cartas a un amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora