Traición, Sufrimiento y Odio

Capítulo 35

No puede ser, lo último que se me pasaría por la mente era que Sting me propusiera matrimonio, pero henos aquí en una posada y tengo frente a mí a un Sting arrodillado con un anillo frente a mí. Después de todo lo que ha pasado jamás me hubiera imaginado que terminaríamos en esta situación, simplemente ayer yo estaba pensando que Sting quería terminar conmigo lo cual provoco que perdiera el control, pero ese momento después... Cuando Sting me abrazo y me acariciaba para hacerme sentir mejor fue algo que siempre voy a querer tener.

El matrimonio para mi es algo muy sagrado, desde niña siempre he soñado con casarme con el hombre que amo y tener una boda de ensueños, ver en los cuentos de princesas como se casaban y vivían felices por siempre era algo que me hacía desear tener un hermoso futuro junto a mi esposo, pero... No voy a mentir diciendo que no quiera casarme con Sting, al contrario, claro que aceptaría, pero no quiero equivocarme, no quiero salir lastimada. Lo amo como a nadie, pero tengo miedo de aceptar y al final perderlo porque no era nuestro tiempo.

Me tomó por sorpresa todo esto me pregunto qué haría alguien más en mi lugar...

-Sabía que era un mal momento para pedirte matrimonio, pero no me juzgues por amarte de la manera en que lo hago, al menos quiero que por favor pienses en mi propuesta... Tomate tu tiempo para darme una respuesta. Tranquila, soy fuerte, pase lo que pase lo resistiré.

Hubiera sido una grosería decirle algo para aligerar su carga, así que simplemente me puse a su altura y lo besé en la mejilla.

Después de este acontecimiento era de esperarse que el ambiente estuviera tenso, pero debe de entender que tengo muchas cosas en que pensar, claro que lo amo, pero eso no significa que le daré el sí de un momento para otro, porque sería honesta con él ni conmigo. Deje ese asunto por la paz.

Tras la proposición habíamos tomado nuestras cosas y continuamos nuestro camino para ver a Mavis, no hablábamos para nada a menos que fuera muy necesario, cualquier cosa podría arruinarlo todo así que era mejor no mencionar nada al respecto.

Aun así, caminamos juntos lado a lado y compartimos nuestras comidas, simplemente sin hablar. Cabe mencionar que apuramos el paso por lo que llegaríamos hoy mismo, pero en la noche, era algo que ya habíamos predicho por lo que no iba a ser una novedad que dejara solo a Sting en la posada mientras yo pasaba la noche en el punto de encuentro con Mavis. Al dejarlo en la habitación de la posada me dijo que tuviera cuidado y que nos reuniríamos en la mañana para volver a Fairy Tail, el cual era el punto de operaciones donde todos nos reuniríamos para empezar la misión. Me despedí de Sting dándole un beso en la mejilla para yo seguir mi camino.

El camino hacia el bosque era tan hermoso, árboles y flores por todas partes, lindos y pequeños animales también... Pero adentrándome más vi el lugar más hermoso que jamás había visto, era una gran cascada en el bosque rodeada de árboles con un pequeño lago, todo estaba lleno de flores por todas partes. Simplemente era hermoso. Después de mi apreciación al bello paisaje me adentré un poco más hasta llegar a la cabaña donde me reuniría con Mavis.

Me hubiera gustado que Sting estuviera aquí, pero esto es algo que debo de hacer sola, además de que tengo mucho en que pensar y sé que Mavis me ayudará a despejar todas mis dudas.

Entré a la cabaña y dejé mis cosas en la entrada, pasé directamente a la sala donde Mavis ya me estaba esperando.

-Por fin he llegado, me muero de ganas por contarte todo lo que ha pasado.-Mavis dejó de leer el libro que tenía en sus manos para hacerme señales de que tomara asiento.

-Me alegra mucho que te acordaras de mí, así que para eso me tienes para ayudarte en todo lo que esté a mi alcance.

-He aprendido grandes magias y me he enfrentado a grandes peligros, pero he llegado a un punto en el que necesito respuestas a todas mis dudas y sé que con gusto me ayudaras. - Bebí un poco del té que Mavis me había preparado.