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Habían pasado once días desde que Tzuyu le había dicho que estaba enamorada de ella

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Habían pasado once días desde que Tzuyu le había dicho que estaba enamorada de ella. Por supuesto, seguía sin responder sus mensajes.

─ Te estás comportando como una idiota, Tzuyu.─ Cada día, debido a su frustración, los mensajes se hacían más bruscos─ Y como una cobarde también.

Era domingo, lo que significaba que su mano podía tener un descanso. También significaba, por supuesto, más tiempo para pensar en Chou Tzuyu

─ Si tanto quieres saber de ella deberías ir a su departamento.─ Sugirió Nayeon ya cansada del sufrimiento de su hermana.

Y la sola mención del departamento de Tzuyu le hizo recordar que había pasado exactamente un mes desde el día de la llamada.

Tal vez ahora tenía más razones para ir.

⸝⸝⸝ ♡︎ ⸝⸝⸝

No tenía esperanzas de que Tzuyu le abriera, pero ya no podía perder nada más. Además, la pintora y ella tenían un trato.

Subió hacia el piso dieciocho y buscó la puerta con la letra "D". Fue así como se encontró rápidamente frente al departamento de la pintora.

Le pareció gracioso que todas las puertas fueran blancas y estuvieran idénticamente talladas. Los fabricantes querían dar la impresión de que todos los hogares eran iguales, pero Sana estaba segura de que ningún departamento se parecía al de Tzuyu, o al 18-B, o al 4-F, o al 15-C.

Estaba a punto de llamar a la puerta cuando escuchó unos gritos en el interior.

─ ¡PAGAME AHORA! ─ Exigía una desconocida voz masculina.

─ ¡YA LO HICE! ─ Tzuyu estaba furiosa.

─ ¡NO ME REFIERO A ESO!

─ ¡NO VOY A ACOSTARME CONTIGO, TAEHYUNG!

─ ¡PERO LO HACES CON TODOS!

Sana se sobresaltó al escuchar el ruido de cristales rompiéndose, pasos apresurados que se hacían cada vez más audibles y luego el chirrido de la puerta al ser abierta con brusquedad.

Lo primero que vio fue el cuerpo de quien debía ser Taehyung, que tenía el cabello ondulado y un hilillo de sangre descendiéndole por la frente. Estaba claramente mareado.

Lo siguiente que pudo notar fue a Chou Tzuyu sujetándolo por el cuello de la camisa y empujándolo hacia el corredor.

Minatozaki Sana jamás había visto a la pintora enojada. No hasta ese día.

Tzuyu hizo más presión en la camisa de Taehyung y lo obligó a mirarla fijamente. El hombre tembló de miedo. En ese instante Sana supo que si esa mirada cargada de odio fuese dirigida a ella posiblemente no viviría para contarlo.

─ Das asco ─ Escupió, y finalmente lo empujó fuertemente a través del corredor.

Luego de esto el hombre solo corrió torpemente hacía el ascensor y presionó los botones al azar. No parecía importarle donde iba... Él solo quería escapar de Chou Tzuyu.

la tatuadora de libélulas ; satzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora