dreiundzwanzig

210 61 3
                                    

Intentó llamarla, buscarla en su departamento, luchar por ella, pero la pintora no estaba dispuesta a recibirla nuevamente en su muy destrozada vida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Intentó llamarla, buscarla en su departamento, luchar por ella, pero la pintora no estaba dispuesta a recibirla nuevamente en su muy destrozada vida.

¿Se había enojado con Tzuyu? Sí, tal vez aún lo estaba, pero sabía que todas las mentes eran distintas, la de Tzuyu mucho más, y no podía odiarla solo por hacer lo que había creído correcto.

Luego de tres meses, aun con el corazón roto, la tatuadora se dio cuenta de que tendría que aprender a vivir sin ella. Tzuyu así lo había deseado.

Tal vez era lo mejor.

Aun así, todos los días se preguntaba si la volvería a ver, si ella aún la amaría, si ella aún la recordaría.

Y, más importante aún, se preguntaba si vivía.

⸝⸝⸝ ♡︎ ⸝⸝⸝

Sana no esperaba ver a Jungkook en Pandora's Tattoos, pero lo recibió con los brazos abiertos cuando le pidió que le tatuara un fénix en el cuello.

El joven de piel morena tenía un brillo especial decorando sus ojos oscuros, y Sana juraba nunca haberlo visto tan feliz.

─ Jimin parece hacerte muy feliz.─ Opinó la tatuadora con su típica sonrisa.

Jungkook intentó devolverle el gesto, pero el sentimiento de la aguja tocando su piel por primera vez le hizo estremecerse.

─ Lo soy.─ Aceptó el chico, y Sana se alegraba de que el haberla abandonado en aquella fiesta al menos no hubiera sido una pérdida de tiempo.─ La soledad, sin embargo, no parece hacerte demasiado bien.

Su sonrisa se borró. Sana intentaba ocultarlo, seguir adelante, pero su pecho aún estaba lleno de tristeza.

─ Supongo que te estás preparando para el reencuentro.─ Comentó su amigo.

─ ¿Reencuentro?

─ Eso he dicho.─ Contestó Jungkook mientras rodaba los ojos─ Ya sabes, su nueva exposición será inaugurada dentro de dos meses.

La máquina se había alejado de la piel de su amigo, y Sana apenas podía respirar.

La exposición.

La maldita exposición.

Los malditos extraños ocultos.

─ ¿No lo sabías, Sana?

La tatuadora sacudió la cabeza, intentando así alejar la idea de ver a Chou Tzuyu nuevamente.

─ Lo siento, sé que es difícil. No hablaré más de eso.─ Se disculpó el pobre chico.─ Como sea, tengo nuevas noticias que contarte.

─ ¿Nuevas noticias?

Jungkook respiró hondo, y tras sus palabras se encontraba la razón de su felicidad.

─ Voy a comenzar mi proceso de transición, Sana.─ Le contó con un suspiro─ Finalmente podré ser yo.

la tatuadora de libélulas ; satzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora