🦋🌼Encontraré A Taehyung🌼🦋

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Jungkook *

~si pudiera... Detendría el tiempo, lo detendría justo cuando te encontré, no,no fui yo el que te encontró...lo hiciste tu mi omega, fuiste tu quien vino a mi para sacarme de aquel pozo sin fondo y alegrar mi vida~ Jungkook caló el cigarrillo en sus manos, sentado en el sillón frente a su cama, sumido en sus pensamientos.

Dibujando mentalmente el cuerpo acanelado de Taehyung; recostado, sumido en un sueño profundo, enredado torpemente por las sábanas blancas dejando a la vista la suficiente piel como para provocar una erección.

―... Vuelve― pidió casi suplicando, tal vez esperando que sus palabras llegarán al castaño de alguna manera ― vuelve Taehyung... Vuelve a mi― casi sollozo, cansado de estar cansado, de esas noches de insomnio en la que su lobo no dejaba de llamar a Taehyung, rasguñando su ser, aullando como si no hubiera un mañana... Y es que no había un mañana sin el castaño a su lado, todo se había congelado en el momento en que extendió su mano y sintió la fría ausencia de Taehyung, dejando sus mañanas tan lúgubres y sin vida, sufriendo el frío de las noches, calando sus huesos hasta hacer tiritar sus dientes... Jungkook dejó de vivir para solo existir en una realidad en que no pudo mantener a su lado al bonito omega― vuelve mi omega...

Una lagrima rebelde se deslizo por su mejilla dejando un rastro húmedo, sabía que aquello no debía seguir así... Verse al espejo y no reconocer su reflejo, el no era el y no era para menos, sin embargo pronto sería padre y su hijo merecía la mejor versión de él, por otro lado estaba conglomerados Jeon, la empresa por la que había derramado sangre, sudor y lágrimas y su ausencia en esta empezaba a inquietar a los inversionistas, que no perdían el tiempo en querer revocarlo de su puesto.

Una vez mas la noche se deslizo tormentosa antes de volver a amanecer y escucharse el rutinario toque en su puerta, alegando que ya era hora del desayuno.

Sin esperar respuesta alguna la nana entro a la habitación del azabache, sorprendida de la imagen de Jungkook, su cara afeitada dejando expuesto su barbilla perfilada, las ojeras debajo de sus ojos eran menos visibles y el traje que acostumbraba a usar le quedaba ligeramente desajustado, cosa que era de esperar después de todo se salto muchas comidas que era casi un milagro que no sea piel y huesos.

―Hoy desayunare en el comedor, nana― la mujer salio del trance al escucharlo

― Si señor, are que preparen algo delicioso― Jungkook sonrió satisfecho. Era una mañana lo suficientemente hermosa como para arruinarlo con explicaciones o conversaciones innecesarias y el tiempo cuidando a los Jeon la hizo experta en identificar los momentos correctos para solo obedecer con una sonrisa mutua.

Jungkook miró una vez más su reflejo,  arreglo su corbata que de hecho era perfecta y una vez satisfecho bajo al comedor.

― Les dije que comería en la terraza― gruñó después de vaciar su copa de vino en una de las sirvientas.

― S-señorita... Lo siento... La señora Mang-

―otra vez la vieja mendiga... ¿Quien es tu jefe esa vieja o yo? ― el enojo parecía salir desde cada uno de sus poros.

Nadie se atrevía a decir nada, las dos sirvientas que se mantenían temblorosas detrás rogaban a algún dios que por favor aquella mujer abandonará el lugar y el verdadero omega del Señor Jeon reclame su lugar. Aunque aquello sería imposible por el bulto de la mujer en su vientre que llevaba la sangre de su señor.

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⏰ Última actualización: Oct 29, 2022 ⏰

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