Estamos Muertos [Damianya]

Prologo

El colegio Edén, el centro educativo más completo, costoso y con más demanda en todo el país de Ostania

Como su nombre lo dicta, promete una experiencia única, llena de grandes aprendizajes y disciplina para sus estudiantes, como un paraíso académico, albergando como alumnos a los hijos de las personas más ricas y prestigiosas que puedas conocer

Pero, todo paraíso oculta un lado oscuro, como en todo lugar donde se unen grandes sumas de personas adineradas, se crea una elite y este colegio no es la excepción, siendo una red de jóvenes millonarios pensando que chicos becados para poder disfrutar de la misma educación que ellos no merecen ni pisar las mismas instalaciones

Un paraíso para ricos, pero un infierno para pobres, siendo Iván quien experimentó este último a carne propia

Iván era un chico común, con un físico común y una vida común, no gozaba de riquezas ni lujos, siendo que su familia era clase media, sin embargo, su padre era un maestro de química sumamente inteligente y sabio, podía resolver problemas químicos complejos en segundos y se notaba su gran experiencia en la materia, gracias a esto el famoso colegio Edén lo había convocado para ofrecerle una plaza de trabajo y de paso, una beca del 100% para su hijo en este mismo colegio

El hombre acepto sin dudarlo, siendo esta una gran oportunidad tanto para él cómo para su hijo, pero ninguno de los dos sabía lo que le esperaba a este último una vez ingresara a clases y se encontrara con la bola de ricachones en su aula

Al inicio solo sufría abusos verbales, nada más allá de querer rebajarlo por su inexistente estatus en la elite o que la única razón por la que estaba ahí era su padre, pero con el tiempo estas burlas se convirtieron en acoso escolar, empezando a haber ataques físicos de por medio

Desde pequeños golpes al cruzarse en los pasillos hasta ahogar su rostro en los inodoros de la institución, con el pasar del tiempo su situación no hacía nada más que empeorar, y su padre, quien se dio cuenta desde el día 1, no sabía qué hacer para ayudar a su hijo sin sufrir un despido en el proceso

Fue hasta el día en que vio a su hijo llegar a casa empapado y llorando, después de que sus compañeros lo metieran a la fuerza en una de las lavadoras del colegio, que decidió que debía hacer algo, y había ideado el plan perfecto para defenderlo sin tener que verse implicado ante los directivos del colegio y no necesitaba nada más que su conocimiento químico para ponerlo en acción...

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Unos meses habían pasado, el acoso constante sobre Iván no había parado y lo mucho que lo sufría se había hecho notar en la nota de suicidio de este, el cual para mala suerte del chico no había tenido éxito, siendo salvado y recuperándose en el hospital

La institución no podía hacer la vista gorda a los rumores y las notas en el periódico diciendo "estudiante de Edén intenta suicidarse", no podían permitirse que algo así ensuciara el nombre del colegio, así que decidieron investigar el asunto, dando con el grupo de chicos que había estado acosando al chico, estos negaron todo apoyándose de su riqueza para convencer a más estudiantes de testificar a su favor y para molestia del maestro de química quedando impunes de la situación, siendo olvidada junto a los rumores

Los chicos enfurecidos por haber sido descubiertos citaron al pobre Iván a la azotea de un edificio abandonado que antes era propiedad de los padres de uno de ellos

Entre golpes y empujones, le leyeron su carta de suicidio para después exigirle que les respondiera por qué los acusó, ya que para ellos solo era un juego de niños

Después de golpearlo hasta dejarlo en el piso, el último ruego porque se detuvieran salió de los labios de Iván, sucediendo algo que los niños ricos no esperaban, que por primera vez se defendiera

Iván tomó un tubo de entre los escombros de la construcción y lo agito hacia ellos intentando golpearlos, sin embargo, la fuerza de los otros le ganó nuevamente dejándolo en el suelo con un lujoso zapato aplastando su rostro contra el piso y escuchando las burlas de los demás, esto no hizo más que enfurecerlo, pero a diferencia de otras ocasiones, el enojo hizo que algo en él cambiara

Las venas de su rostro comenzaron a saltarse y sus ojos se inyectaron en sangre, con una fuerza renovada se quitó al joven rico de encima y cuál perro rabioso se lanzó a atacarlos, confundidos y con algo de pánico intentaron defenderse con sus sombrillas ante el inesperado ataque, sin embargo, después de tan solo unos cuantos golpes a sus agresores bastó con que uno de ellos lo esquivara para que Iván cayera por el edificio, haciendo creer a los demás que había muerto, huyendo del lugar

Milagrosamente para los médicos, Iván había sobrevivido y no se explicaban como, mientras planeaban hacerle más análisis dejaron pasar al señor Brantz, su padre, para que lo viera

El hombre entró a la sala contemplando el cuerpo herido de su hijo...

-Papá...- dijo Iván apenas vislumbro a su padre, el cual solo se limitó a asentir, internamente, sabía la razón por la cual su hijo seguía con vida

-¿Ellos están bien?- preguntó el menor, quien al ver solo confusión en la cara de su padre continuó -Perdóname papá, sé que está mal, pero quería matarlos... No volverá a suceder-

-No te preocupes, todo estará bien...

-¿A qué te refieres con "todo"?

-Todo

-¡Eso dijiste la última vez, cuando inyectaste tu extraño experimento en mí! ¿Y algo ha mejorado desde entonces?- gritó Iván, comenzando a molestarse con su padre, volviendo a su estado "monstruoso" de unas horas antes

-¡Los mataré, los mataré a todos!- grito, intentando quitarse los tubos que lo conectaban a las máquinas del hospital

Su padre intentó tranquilizarlo, pero la única respuesta de Iván, aparte de unos ojos furiosos llenos de sangre, fue intentar morderlo, eso bastó para darse cuenta de lo que había creado, concluyendo en que no había más solución que deshacerse de ello

Y así, justo antes de que este lo atacara violentamente, logro asestarle un golpe con lo primero que pudo tomar, un grueso libro con el que tras varios golpes logró ejecutarlo, o eso creyó...

Para sorpresa del señor Brantz, mientras este se llevaba del hospital el "cadáver" de su hijo en una maleta, pudo notar como aún se movía dentro de esta...