Estamos Muertos [Damianya]

Capitulo 1

Otro día atareado en el gran colegio Edén había terminado, las ventanas se cerraban, los alumnos internos se preparaban para ir a sus habitaciones y las lujosas limusinas comenzaban a arribar en el lugar para recoger a los alumnos que iban y venían, los conserjes limpiaban y daban mantenimiento a las aulas para ser nuevamente usadas al día siguiente y podía escucharse en los pasillos la despedida del programa de radio estudiantil

Bajo la luz del atardecer opacada por las cortinas en las ventanas del laboratorio, una chica rubia se despertaba en el salón vacío

-Malditos, les dije que me despertaran- pensó mientras se levantaba adormilada, el trauma y miedo de probablemente haber matado a alguien hace algunas noches no la dejaba dormir, así que había estado tomando siestas accidentales durante sus clases, se disponía a salir del salón rumbo a su casa, pero un ruido proveniente del almacén del laboratorio captó su atención

Caminó hacia el origen del ruido para ver de qué se trataba, entro con cautela al almacén, pero no encontró nada fuera de lugar, estaba a punto de retirarse fastidiada, pero volvió a escuchar el mismo sonido, notando que provenía de una caja de metal en el suelo

Se acercó despacio con confusión en su rostro, el cual cambio notablemente al abrir dicha caja y saber de qué se trataba

Dentro de la caja de metal había un pequeño ratoncito que golpeaba la caja queriendo escapar, y rendida por la ternura comenzó a hablarle e intentar hacerle cariñitos por fuera de su jaula

El roedor no parecía prestarle importancia, pero gracias a su crianza la rubia creía que nadie podía ignorarla, ni siquiera un animalito, así que decidió tocar directamente al pequeño, el ratón estaba notablemente enojado, sus ojos se volvieron rojos y empezó a tener comportamientos erráticos, como si de pequeñas convulsiones se trataran, rompiendo sus huesitos, antes de que la chica pudiera reaccionar el pequeño se abalanzó hacia su mano, mordiéndola en el dedo

Quitó rápidamente su mano después de haber sido atacada, quejándose por el dolor que sentía, demasiado para ser solo una mordida chiquita, al regresar su mirada a la caja, noto como la rata seguía convulsionando y atacando furiosamente la jaula en su dirección, parecía rabiosa

Se levantó temerosa y comenzó a caminar hacia atrás, confundida por el estado del animal, sin notar que alguien más había entrado al almacén, se dio la vuelta encontrándose de frente con el señor Brantz, su profesor de ciencias, el cual solo contemplaba la situación con una mirada seria y con aires de molestia

-¡¿Qué estás haciendo?!- reclamó el hombre a la muchacha viéndola tomar su dedo como si estuviera herida

-Nada, solo me mordió esa cosa... Me largo- dijo con fastidio la rubia, saliendo del lugar

Bastó con que el maestro diera un vistazo para darse cuenta de lo que estaba pasando, había sido mordida por su conejillo de indias y no podía dejar que se fuera o algo malo pasaría, así que fue tras ella y la tomo del brazo antes de que pudiera dejar el laboratorio y regresándola adentro...

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Mientras tanto, en los jardines de la escuela podíamos apreciar a una tríada de jóvenes caminando hacia el edificio de los dormitorios masculinos

-Escuche que tu familia abrirá una franquicia de comida rápida, Emile- dijo con burla un joven castaño de ojos color ámbar

-Es cierto, ¿harán una inauguración del primer restaurante o algo así?- dijo riendo un rubio con un peinado extravagante

-¡No se burlen! Saben que a mi familia les encanta abrir cadenas de restaurantes y no, ¿para qué haríamos algo así? Aun ni siquiera han llegado las freidoras- dijo Emile con molestia viendo su celular