Capítulo 2 - De hecho si lo sé

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"El mundo oculta mucho más de lo que parece", esa es la idea que Cid tuvo desde que era pequeño. Sin embargo, lamentaba no poder hacer mucho para comprender los misterios que envolvían al mundo, especialmente en lo que respecta al recurso con mayor presencia: la magia.

Desde temprana edad, Cid mostró un gran interés en lo que la magia podía ofrecer. Era su oportunidad de obtener el poder que tanto anhelaba. Sin embargo, a medida que crecía, se dio cuenta de que su capacidad mágica era promedio. Aunque habría sido más extraño que no tenga ningún poder mágico, lo cual lo habría hecho destacar de una manera en la que el no hubiese querido, su suerte no fue tan negativa. Parecía que el destino no solo le concedía una apariencia y actitud promedio, sino que también buscaba decepcionarlo en lo único que realmente le interesaba.

Su cantidad de poder mágico era pobre, justo por debajo del promedio. Incluso tendría dificultades para enfrentarse a un plebeyo sin magia, a pesar de su entrenamiento en espada. Pudo imaginarse porque la familia Kagenou, a pesar de no tener una gran reputación, tenía cierta fama por los excelentes caballeros magicos que producían, solo era una tapadera para que su familia se aferrara a la nobleza. La magia, desde luego era recurso insustituible que simboliza lo prominente de una familia noble. Y con una cantidad magica tan pobre entre cada generación, logicamente tendrían que esforzarse más si desean mantener ese status, si no tienen nada más valioso, se aferran como un clavo ardiendo a el. Desde esa perspectiva, es lógico que Claire sea la "esperanza" en su familia, siendo una gema bruto en cuanto a potencial se refiere.

Tomando eso en cuenta, es obvia la razón por la que desistieron de prestarle demasiada atención a Cid. Eso era un problema, incluso para el, significaba que debe centrar sus fuerzas para fortalecer el mismo.

La única ventaja con la que contaba, era el hecho de que es más sensible para percibir la magia en su entorno, ya fuera reconocerla o detectar sus señales y firmas. Sin duda, una forma peculiar para compensar la falta de poder mágico. No estaba en posición para ser quejumbroso, asi que solo lo aceptó.

Por eso, Cid se dedicó a estudiar todo lo relacionado con la magia en la biblioteca personal de la familia Kagenou. Era un intento desesperado por conseguir lo que deseaba. Sin embargo, en su búsqueda, se encontró con algo que captó particularmente su atención: la posesión demoníaca.

Según las enseñanzas divinas, la posesión demoníaca era una extraña enfermedad causada por peligrosos demonios que intentaban apoderarse del cuerpo de sus víctimas. Algunas afirmaciones incluso sugerían que esta enfermedad podía propagarse a otras personas si el contacto era prolongado. Debido a estas razones, aquellos afectados eran entregados a la iglesia para su "liberación".

La primera reacción de Cid ante esto fue, cuanto menos, llamativa. "Ser poseído por un demonio... ¡Eso es genial!"

Sin embargo, esta idea solo era infantil y se extendió lo suficiente como para llevarlo a pasar años buscando alguna forma de comunicarse con esos demonios y obtener su poder.

Su búsqueda se detuvo cuando se dio cuenta de la escasez de rituales paganos y brujería demoníaca que había a su disposición. Lo intentó todo de la manera más eficiente posible: intentó convocar demonios en su habitación, con velas, dibujos extraños en el suelo, compró amuletos extraños en tiendas ocultas, entre otras cosas. A pesar de todos sus esfuerzos, no obtuvo resultados. Durante todo ese tiempo, esperaba poder sentir la magia de un ser extraño proveniente de otro mundo, pero nada sucedió.

En algún momento, incluso llegó a considerar unirse a la iglesia, ya que ellos parecían ser más fuertes y capaces de lidiar con los demonios. Sin embargo, su penosa investigación tuvo que detenerse por un motivo importante.

Reminiscence of Shadow (The Eminence In Shadow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora