Brunhilde sabe a que los dioses estan jugando al pedir solo por mujeres luchadoras.
Pensaban que iba a ser facil derrotar al sexo opuesto.
Pues si tan seguros estaban, Brunhilde se encargaría de traer a las mas peligrosas guerreras que la historia t...
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"Gotta prove it to myself that I'm on top of shit And you will never know a God without a Goddess As honest as fuckin' honest get And I could be on everything I mean I could be the leader, head of all the states"
-Woman; Doja Cat
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Brunhilde salió de aquella reunión ignorando las crueles risas de los dioses que se burlaban de ella y su tonta propuesta para salvar a la humanidad. La Valquiria mantuvo su frente en alto y continuó su camino con un rostro frío, que poco a poco se tornó en una macabra sonrisa, mostrando todos sus dientes.
Una vez en soledad, su terrible risa resonó por todo el vacío lugar, creando un eco tenebroso, causando que la pobre Göll temblara de miedo ante la imagen de loca maquiavélica que mostraba su hermana mayor.
—¡Dioses estúpidos! —se burlaba la Valquiria mayor, riéndose sin parar.
—He-Hermana, ¿de que te ríes tanto? —preguntó Göll, lo que hizo que Brunhilde dejara de reír y mirara a la menor de las Valquirias con una sonrisa de autosuficiencia.
—Los dioses solo quieren mujeres como luchadoras en el Ragnarok por la simple razón de que creen que serán un oponente fácil con sus pequeños y delicados cuerpos. —contestó la semidiosa.— Sin embargo, es porque están acostumbrados a las diosas con las que han convivido por eones.
La mirada de Göll reflejó entendimiento ante las palabras de su hermana y lo que esta trataba de decirle.
Las diosas eran poderosas, muchas incluso mucho más poderosas que algunos dioses. Todas eran una tormenta que temer. Sin embargo, todo eso queda enterrado bajo las personalidades celosas y mundanas. El ejemplo más claro es Hera, quien aunque poderosa, todo aquel poder queda en el olvido ante sus insignificantes pleitos con Zeus.
Las diosas habían sido catalogadas como nada más que las únicas mujeres con las que se podían recrear por el simple hecho de llevar ichor dentro de ellas. Aquellas diosas orgullosas se habían rebajado a ser simples esposas y madres, todas en una lucha interna por mostrar quién era la más hermosa, con el mejor esposo y la mejor familia.
