One-shots [Pedidos abiertos]

💖¿Te gusta lo que ves?

Emparejamiento: Alice Macray x Fem Lector

Nota de la autora: No tengo nada ahgg...estuve ausente por estos dos meses ya que no supieron valorar el trabajo de Lady Dimitrescu.

Número de palabras: 668

~~~~~~~~~~

-La señorita Macray te dará un recorrido- finaliza la monja después de haberte explicado las reglas del lugar.

Te encuentras a una castaña un poco más baja que tú, vistiendo el maldito uniforme que tendrás que usar, pero en ella se ve...lindo.

-¿Puedo saber porque estás aquí?...me refiero que es raro que llegue alguien a mediados de año- mordiéndose el labio, mientras un rojo tiñe sus mejillas

-Me atraparon con la hija de la directora- respondes a la ligera

-¿Pero que estaban haciendo?- pregunta sin entender a lo que te refieres

-Eres tan inocente- contesta riendo suavemente

Alice ignora tu comentario y sigue con el recorrido.

Es irónico que te enviaran a una escuela de señorita después de atraparte con la hija de tu directora; odias que sea una escuela religiosa, pero ya tenías puesto el ojos en la señorita Macray.

– – – –

Estabas harta de esta puta escuela de mierda, literalmente tenías a las monjas encima, te castigaban por todo, te obligaban a rezar, tu compañera de cuarto era un fastidio y no podías salir a menos que fuera una emergencia.

Al menos te habías logrado acercar a Alice y te sorprendía lo inocente que es, pero una parte de tí solamente deseada corromperla, hasta no dejar nada.

La piscina se había convertido en tu lugar favorito desde que llegaste a esta puta academia, te la pasabas en el agua la mayor parte de tu tiempo libre disfrutando de la tranquilidad que te daba, eras una de las pocas personas que la usan junto con unas chicas de último año.

Se supone que no deberías estar aquí a estas horas, pero eso no te podría importar menos, igual nadie venía a revisar; las luces se prenden haciendo que te zambullas en el agua para esconderte.

-Ya se que estas ahí- dice una voz familiar

Subes a la superficie, deleitándote con la vista de Alice Macray en camisón, el cual no le queda nada mal.

-¿Qué estás haciendo aquí?- preguntas apoyándote en la orilla

-Es tarde- responde cruzando los brazos

-Aja, ¿eso que tiene que ver?- presionas queriéndole sacar la verdad

-No deberías estar aquí

-Si, pero tú, ¿qué haces aquí?- jugando una sonrisa burlona en tu rostro

-Bueno...yo..te estuve buscando durante la cena- jugando con la tela de su camisón -porque quería decirte algo

-¿En serio?- preguntas saliendo del agua

Los ojos de Alice se abren como platos al verte en traje de baño, pero su mirada se clava en tus pechos viendo tus pezones, los cuales se marcan por el frío fuera del agua.

-¿Te gusta lo que ves?- preguntas haciéndola sonrojar furiosamente

-Lo lamento- se disculpa apartando la mirada

-No tienes que hacerlo- respondes acercándote a ella

Tomas su mandíbula obligando a que te vea.

-Estas no son horas de estar fuera de su habitación, señorita Macray- dices a escasos centímetros de sus labios

Te quedas viendo sus labios un rato, antes de que la beses haciéndola gritar en sorpresa, pero no tarda en corresponderte, sus manos vuelan a tus hombros agarrándote con fuerza, mientras tus manos se abren paso a su cintura.

-Dios, te ves tan jodidamente hermosa- dices haciéndola sonrojar

-No tomarás el nombre de Dios en vano- dándote un suave golpe en el hombro

-Entonces te hare tocar el cielo

- - - - -

Ustedes dos no se podían quitar las manos de encima, te habías vuelto adicta a ella y ella a ti; en uno de sus momentos de calentura, le terminaste haciendo sexo oral en la capilla, frente al santísimo. Después de eso Alice te había obligado a pedir disculpas y rezar por lo que habían hecho.

-Qué bueno que la Señorita Macray la está guiando al camino de Dios- dice una monja al verlas salir de la capilla

-Si, no tiene idea de bien que me hace pasar tiempo con ella

-¿Eso es así, Señorita Macray?

-Si hermana, ahora va todos los días a la capilla

-Ja, tal vez deberíamos ponerlas juntas- dice antes de irse

-No darás falso testimonio, ni mentirás- segura de que no las escucharan

-No le mentí- se defiende a sí misma -pero no puedo creer que lo hayamos hecho

-Déjame recompensarte entonces- tomando su mano y sacándola del lugar