|| Capítulo 3||

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- Buen trabajo chicos, lograron esquivar toda la seguridad del lugar sin problema.
Era Erik, el joven quien los traiciono y quien alguna vez Elizabeth estuvo enamorada a lo cual ella lo consideraba como un error.

- ¿Qué demonios está haciendo el aquí? – pregunto Elizabeth con enojo, Verónica sabía muy bien que a ella no le agrada oh a ninguno de ellos, no después de lo que hizo.

- ¿A caso está loca, Verónica? ¿No sabes todo lo que nos hizo este idiota? – dijo Diego con un gran enojo, más grande que el de Elizabeth. Se acerco a la pelinegra a lo que la pelirroja lo siguió con la mirada.

- Erik ha cambiado, Diego. – dijo Verónica tratando de defenderlo.

- ¿Cómo puedes estar segura de eso? – pregunto Camila, el enojo es notable entre todos y no se molestan en ocultarlo.

- Él es… – Elizabeth la interrumpió.

- Un maldito traidor. – hablo con seriedad – lo es y no pensamos en trabajar con él, Verónica.

- Elizabeth, ya te dije mil veces que lo siento. – dijo Erik acercándose a ella, pero Diego lo detuvo poniéndose frente a ella.

- Ni pienses en acercarte a ella. – Hablo con frialdad.

- Estoy hablando con ella, no contigo maldito idiota. – dijo Erik y con esas palabras, Camila y Elizabeth saben que el ya este perdido.

Diego soltó una risa sarcástica, dio una pequeña vuelta y en pocos segundos, le dio un golpe con todas sus fuerzas haciendo que Erik callera al suelo.

- ¡Maldita sea, Diego! – dijo Verónica ayudando a Erik a levantarse.

- El idiota me provoco.
- Y sigo con la misma idea. – dijo Erik limpiándose la sangre de su nariz. Diego estuvo a punto de atacarlo nuevamente, pero Elizabeth lo tomo del brazo y lo detuvo.

- Basta, Diego. – el se calmó, pero siguió viendo a Erik con odio.

- ¿Ves? Y aun así dices que no tienes nada con él. –Hablo Alex entrando al salón donde estaban todos.

- Espera. ¿Qué? – Erik volteo a ver a la pelirroja con seriedad – ¿Es en serio, Elizabeth? No tiene ni dos meses de que me fui y tú ya conseguiste a alguien más… Se suponía que aun habría amor entre nosotros. – dijo con un poco de decepción y tristeza en sus ojos.

- Ay no puede ser, en serio creíste que después de traicionarme a mí y a mi familia, para luego largarte, ¿pensaste que aun te seguiría amando y te esperaría con los brazos abiertos? No seas idiota Erik, ay es cierto siempre lo has sido. – hablo Elizabeth con enojo.
Erik bajo la mirada, pero la levanto rápidamente – Pero… ¿Por qué él? Es un imbécil.

- Aquí el único imbécil aquí eres tú y no voy a permitir que le sigas faltando al respeto, si yo decido iniciar algo con él, es mi problema, es mi relación, ¡tú! ya no tienes nada que ver, ¿me oyes? ¡Nada! -
Elizabeth miro a Verónica con seriedad y tristeza al mismo tiempo.

- No lo hare, no si él está involucrado.

- Es la persona equivocada, si quieres qué hagamos el supuesto trabajo, el no ayudara en absolutamente nada. – dijo Alex apoyando lo que dijo Elizabeth.

- Mejor hay que irnos, antes de que se haga mas grande el problema, gracias, pero no gracias, Verónica, permiso. – hablo Camila con seriedad saliendo del cuarto con Alex detrás de ella.

Verónica miro a Elizabeth esperando a que cambiara de opinión, pero ella solo negó con la cabeza.

- No lo haremos, esta decidido. – Dijo y salió de ahí lo más rápido que pudo, pero se quedo fuera del cuarto esperando por Diego.

- ¿Diego? – Verónica lo miro esperando a que tan siquiera solo el aceptara.

- Lo siento, Verónica, pero no puedo hacer nada, no aceptaremos hacer ningún trabajo con él, y tu Erik, si precias, tu vida aléjate de Elizabeth. – dijo con seriedad y salió del cuarto encontrándose con la pelirroja recargada en la pared del pasillo.

- ¿Todo bien? – le pregunto a la pelirroja acercándose a ella.

- Si, todo bien. – contesto dándole una sonrisa triste.

Salieron del lugar y entraron al auto donde Camila y Alex los esperaban.

- Ya regresaron después de darse sus besos en el pasillo – Diego solo empezó a reír y Elizabeth le saco el dedo a Alex.

- Ojalá hubiera pasado – agrego Diego y Elizabeth soltó una risa sarcástica.

- Si, claro – hablo Elizabeth con sarcasmo o a lo que sus amigos comenzaron a
reír. – Ya vámonos.

Todos guardaron silencio y Diego arrancó el auto, alejándose del lugar.

Mientras que, con Verónica, las cosas no estaban yendo como ella quería.

- Y ¿Ahora que haremos? Ellos no quieren trabajar conmigo por algo que tú me hiciste hacer.

- Si lo hice, pero recuerda que tu no te negaste, todo lo contrario, aceptaste acercarte a Elizabeth y sus amigos para después traicionarlos, sabias lo que hacías Erik, así que no vengas aquí a llorar y a echarme la culpa. Tu trabajo era enamorarla, no enamorarte de ella.

-  Claro, quieres dejarme a mi todo el trabajo sucio y quedarte como la niña buena y amiga de ellos, ¿No? Haciendo que me odien, que Elizabeth me odie.

- ¡Okey ya basta! Tu trabajo es obedecer mis ordenes, no cuestionarlas, haz tu deber que por eso te pago. – hablo con gran enojo.

Erik solo hizo una línea con los labios y salió del cuarto. Verónica soltó un largo suspiro de cansancio, se sirvió un poco de whisky pensando en su próximo plan para que ellas aceptaran.
 
Después de salir de aquel lugar, todos estaban en completo silencio. Diego miro a Elizabeth quien estaba distraída y hundida en sus pensamientos por todo lo que acababa de pasar. Nadie puede negar que Elizabeth aún sienta algo por Erik y que ella no se puede olvidar de él de la noche a la mañana, él es la razón de que la niña tierna e inocente que conocían desapareciera y en su lugar apareciera una chica fría y competitiva, alguien quien parece no tener sentimientos.

Les tocó un semáforo en color rojo en el camino y Diego aprovechó para ver por completo a Elizabeth.

- ¿Estás bien? – pregunto Diego viendo a la pelirroja recargada en la ventana viendo las gotas de la lluvia caer, pero ella solo sonríe.

- Si, ya te dije que estoy bien.

Dijo y él solo apretó los labios y la luz se volvió verde a lo cual avanzaron y llegaron a la casa donde actualmente viven todos juntos, Diego miro a Alex y a Camila dándoles una señal de que los dejaran solos y así lo hicieron, los chicos salieron del auto, Elizabeth estuvo a punto de hacerlo también, pero Diego la detuvo tomando su brazo.

- Oye espera, te dije que teníamos que hablar.  – hablo con la seriedad de siempre.

- Cierto, me querías decir algo. – contesto la pelirroja con un poco de tristeza evitando su mirada.

- No hablo de eso y lo sabes.

- Diego…

- Si no hablamos ahora, nunca querrás y trataras de evitar el tema todo el tiempo, te conozco.

- Está bien, ¿Qué quieres saber?

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⏰ Última actualización: Jun 21, 2023 ⏰

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