Encuentro

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No sabía dónde me encontraba realmente pero Akaza me apoya sobre una pared y besa mi cuello.

Entre los besos y caricias me confiesa que es la primera vez que siente un deseo carnal con una humana, desde que se volvió demonio no ha tenido ese tipo de necesidad hasta que me vio aquella vez.

Yo diría que tiene cierta habilidad porque me hace sentir bastante bien, no soy una chica santa, digamos que me acosté con cierta persona que tiene muchas esposas y claro está que él también era uno de los motivos por el cual no podía ver a Rengoku en su momento ya que siempre andaban juntos, eran mejores amigos, a demás de mi enamoramiento él era un muro gigante de derribar, en fin a lo nuestro, no pensé sentir tal nivel de excitación ni menos con un demonio.

Quizás en lo prohibido esta el gusto, quien lo diría estaba resultando bastante bien todo, sus manos suben por debajo de mi blusa y aprieta juguetonamente mis pechos, pero su fuerza es mucha.

- me lastimas - me queje 

el hizo una mueca, ya que su sensibilidad no es igual a la mía, por lo que me dijo

- avísame si soy muy brusco, pero necesito que tu si lo seas conmigo

subió mi blusa y levanto mi sostén, dejando a la vista mis pechos, prontamente empezó a jugar con su lengua, y con su otra mano apretaba suavemente mi pezón.

jugo con ellos hasta hartarse

- tus pezones estan durisimos y tus pechos se hincharon - comenta orgulloso

yo me reí, - pero no solo puedes jugar con mis pechos sabes? - le dije

mientras le tomaba con fuerza el rostro.

- lo sé, pero también quiero que juegues conmigo - contesta

le beso y muerdo el cuello con fuerza, Akaza con brusquedad me toma de los hombros y me obliga a agacharme para que lo masturbe con mis manos y boca.

Una vez me introduzco su miembro en mi boca empieza a mover sus caderas mientras presiona mi cabeza para que siga chupandosela, tuve que enterrarle las uñas para decirle que me estaba ahogando.

El se disculpa conmigo porque se dejó llevar, me recuesta en el piso, levanta mi falda rompe mi ropa interior y juega con sus manos en mi entrepierna.

La falda no me permite ver bien que es lo que está haciendo pero de pronto perdí de vista su cabeza y siento que está lamiendo mis partes.

Que sensación más placentera, no pude evitar dar un gemido de satisfacción, estaba algo preocupada, si me encontraba mi cuervo todo se acabó, pero está se esfumó de inmediato porque Akaza reaparece para ponerse sobre mi.

- me quieres dentro, ____? -

Asentí, acto seguido siento como introduce su miembro sorprendentemente de forma delicada y me besa mientras mueve sus caderas, era algo bastante diferente.

Dire que mezclaba lo rudo con lo tierno, sabía cómo llevar el control en todo momento, por más que yo quisiera dominar, no habia forma de quitarle el control un momento, necesita descansar de sus constantes embestidas.

Mi encuentro con un DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora