Capitulo 1

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Eran tiempos hostiles y de incertidumbre para los pueblos más pequeños y vulnerables que eran absorbidos por los clanes más poderosos. Los Uchiha encabezaban uno de ellos, se destacaban por su poder y habilidades que eran consecuentes con sus victorias en cada conquista. No era un secreto que los integrantes de ese clan eran dueños de unos mortales ojos que al tornarse rojos podían elevar en forma cuantiosa sus oportunidades de ganar una batalla.

El clan era encabezado por Madara Uchiha, líder y padre de Obito Uchiha, el menor siempre iba junto a su padre en cada conquista y enfrentamiento. Fugaku, hermano del líder se situaba como mano derecha y a su vez lo acompañaban sus hijos; Itachi y Sasuke.

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El joven de pelo largo y negro extendió un mapa en la amplia mesa, los espectadores fijaron su vista en un punto marcado previamente por el joven de coleta.

- En este punto existe un pequeño pueblo que es el camino más directo a las minas

- Un caserío querrás decir Itachi – corrigió el hijo de Madara. Itachi no le dio importancia al comentario y prosiguió su explicación

- Tenemos que pasar por este lugar para acceder las minas, entiendo que Obito ha ido a inspeccionar el lugar - Obito se cruzó de brazos.

- Ese lugar no vale nada, vive un puñado de personas, en su mayoría mujeres, que se dedican a la agricultura y pesca. Pasan sus días en ello e ignoran la gran cuna de oro que tienen a sus pies – Sonrió con amplitud –

- ¿Cuántos hombres necesitan para borrar a ese pueblucho? – preguntó en voz alta el menor de los que se encontraba observando el mapa, Sasuke.

- ¿Es necesario? – Formulo Itachi ante la mirada sorprendida de su hermano menor 

– Es realmente necesario un despliegue de fuerzas y eliminar a los pocos habitantes de aquel pueblo más si en su mayoría son mujeres, podríamos solo convenir un acuerdo sin necesidad de mover un dedo, obteniendo lo mismo y quizás más – Madara escucho con atención la explicación elocuente de su sobrino, y asintió.

- La diplomacia no va conmigo – articulo el mayor- Sin embargo, enviar un escuadrón a jugar es una pérdida de tiempo y recursos- dijo con cansancio para luego fijar su mirada en su sobrino

- Itachi, ya que tu sugieres un acuerdo te dejo ese tema a ti – El joven cerro los ojos y asintió en silencio – Obito, tu también lo ayudarás, ya conoces el lugar – Obito abrió los ojos e hizo una mueca de desaprobación.

- ¡Genial! Que emoción ir a una reunión de madres – ironizo con fastidio

- Sin quejas joven - Madara suspiro – En fin, estoy cansado y no quiero berrinches, solo vengan conmigo cuando el asunto de la mina este solucionado y podamos enviar personal para estrujar esas rocas. Iré a mi habitación, arréglense ustedes desde ahora – Dijo el mayor mientras tronaba su cuello y se alejaba de la mesa para retirarse. 

BESOS COLOR ROSA  (OBISAKU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora