Después de unos segundos más de miradas intensas ambos rompemos a reír y el me rodea en un abrazo.
-Cuanto tiempo sin verte Sophia.-Dice. Al instante me separo de él y lo arrastro al interior del departamento cerrando la puerta.
-¿Que sucede?-Pregunta confundido.
-No me llames así.-Le digo.-Ya no soy la chica que conociste en el campamento Hunter.-Le digo mirándolo directo a los ojos. -Soy Elizabeth Foster, y tu no sabes nade de mi.-Le digo.
-¿Foster?-Pregunta confundido.
-Escúchame Hunter, vine aquí para escapar. Nadie puede saber nada de mi.
-Tranquila, al fin y al cabo yo solo se dos cosas sobre ti. Una de ellas es tu nombre.-Dice.
-Pues olvídalo.-El asiente.
-Es un gusto volver a verte pero debo irme.-Dice.-Por cierto vine aquí para ver si no tenias azúcar.
-Si, en la cocina.-Lo hago seguirme hasta ella y le doy la azúcar.
-Gracias. Por cierto, soy tu vecino de abajo, el 108D, cuando gustes.-Dice antes de desaparecer por la puerta.
Demonios, me olvide de que el vivía en Cornville.
El miedo de que Hunter sepa quién soy y que estoy aquí, me quita el hambre así que termino haciendo los deberes en mi alcoba.
Matemáticas que divertido.
Me paso el resto del día desempacando mis pocas cosas personales.
Al salir a tirar la basura debo bajar un piso y aquí estoy yo. En un elevador con una enorme bolsa de basura, en definitiva esta no es una escena de 50 sombras de grey.
-Oh, dios. ¿Estas siguiendome?-Escucho que alguien pregunta a mis espaldas.
-Disculpa, ¿Tu eres?-Pregunto con desconcierto fingido.
-El amor de tu vida.-Sin duda alguna este chico es más ego que persona.
Hago una mueca con desagrado y le saco la vuelta para subir al elevador y volver a la comodidad de mi departamento.
X.X.X
Por la mañana al salir camino a la escuela Weston Street. Me topo con Hunter esperando recargado sobre su coche.
-¿Te llevo Elizabeth?-Pregunta enarcando una de sus voluminosas cejas.
-Solo si yo conduzco.-Digo acercándome a él.
-¡Joder mujer eres una maldita loca!-Grita Hunter al bajar del auto.
-No seas niña, anda levántate que estas llamando la atención.
-Yo siempre llamo la atención, esta linda cara no pasa desapercibida.-Ruedo los ojos y me giro para irme, pero choco con alguien y justo antes de caer al suelo alguien me toma por los hombros estabilizandome.
-De nada encanto.-Dice Amadeus.
-¿Estas acosándome o algo así?-Pregunto.
-Lo siento linda, pero el mundo no gira alrededor de ti. Vengo a ver mi compañero de piso.-Señala a Hunter y yo lo veo encogerse de hombros antes de irme.
-¿Eres la nueva cierto?-Una chica de cabello azul me intercepta en mi casillero.
-Eso creo.-Le digo cerrando la casilla.
-¡Geniabuloso!-Grita.
-¿Ge..geniabuloso?-Pregunto dudosa.
-La combinación de Genial y Fabuloso.-Dice Hunter llegando a nosotras.-Hola Kara.
Saluda a la chica, aparentemente Kara.
-Kara tiene cierto afán por combinar palabras, a veces ni siquiera se le entiende.
-Cállate Hunter.-Le dice la chica.-Entonces, ¿Eres la chica que reto a Regina ayer?
-¿Quien?
-Regina Taylor. La abeja reina a la que molestaste ayer en la cafetería.-Dice Hunter.-Bueno, será mejor que me vaya a clases, adiós linda.-Dice antes de besar a Kara.
Okay, son novios.
-Se que es estúpido preguntar pero, ¿Tu y Hunter están saliendo?
-No, somos solo amigos.-Dice la chica.
-¿Amigos que se besan?
-Sip, amigos que se besan...solo eso...-Dice adquiriendo un tono rosado en sus mejillas.-En fin, solo quería decirte que eres mi ídolo por haber golpeado a Regina.
-Espera, espera, espera. Yo nunca la golpee.-Le digo deteniéndome frente al aula.
-¿Segura? Por que el ojo morado de la diva dice lo contrarío.-La peliazul se encoge de hombros antes de salir saltando camino a su clase.
Entro en clase y todo el mundo se calla al verme entrar.
Camino bajo sus miradas hasta mi asiento al medio de la clase, nunca me gustó estar al fondo; hay personas muy altas a las cuales le fascina sentarse en medio y obstruir la vista.
Tampoco me gusta sentarme alfrente; en realidad no tengo una razón, solo no me gusta.Cuando la puerta se abre unos segundos después dejando ver a "la abeja reina" todos se quedan callados y la observan hasta que se sienta junto a mi y se quita sus lentes de sol dejando ver un hematoma alrededor de su ojo izquierdo.
Ella solo mira al frente fijamente.
La clase finaliza y me encuentro cambiando mis libros cuando Hunter se recarga sobre el casillero junto al mío cruzando los tobillos y sus brazos sobre su pecho.
-Usas maquillaje.-Dice.
-Si. Descubrí que me encanta usarlo.-Digo cambiando mis libros.
Cierro el casillero y veo a Hunter sonreír.
-¿Que?
-Nada es solo que...te gusta usar maquillaje por que es una forma de revelarte contra tu familia. Admiro eso de ti, que eres capaz de hacer de la cosa mas mínima un acto de rebeldía.
-Hunter. Cierra la boca.-Le doy un leve empujón y nos encaminamos a nuestra siguiente clase.
En biología compartimos la mesa con otras dos personas. Aquí se trabaja por equipo.
En mi mesa están Hunter y Kara.
-¿Por que nos miras como si fuéramos a asesinar a alguien?-Pregunta Hunter.
-Por que si llegas a vaciar aunque sea una gota de eso que tienes en la mano sobre la mezcla explotarás la escuela entera.
-Oh.-Deja el frasco a un lado y Kara y yo nos dedicamos a realizar el experimento.
-Elizabeth, ¿Quieres que te lleve a casa?-Pregunta Hunter haciendo girar las llaves en su dedo.
-Las llaves saldrán volando y lastimaras a alguien.-Le advierto.
-¿Te llevo o no?
Me quedo callada unos segundos sintiéndome extraña. Aun no me acostumbro a tener elección, ahora puedo decir si o decir no. Antes solo debía callar y hacer lo que se me pedía.
-Puedes hacer lo que quieras Elizabeth.-Me dice Hunter rodeándome los hombros con uno de sus brazos.
-Bienvenida a la libertad. Puedes hacer lo que se te pegue la gana, decir lo que piensas y...-Susurra en mi oído.-Tener todo el sexo que quieras.
En el instante en que eso sale de su boca, mi codo impacta contra su estómago.
-Oye tranquila Elizabeth.-Dice recuperando el aire.-Es solo sexo no actúes como si nunca...Oh, por...¿Tu nunca?
-Me iré caminando.-Concluyo y me alejo lo más pronto posible de él.