Poción.

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Poción de amor. Es lo que Mikey tiene en sus manos; bailando el líquido burbujeante en su botella. Chasquea la lengua molesto y fastidiado, por la ventana puede ver a la pareja que le está dando posada. Ambos inocentes están teniendo una tarde agradable entre mimos y detalles, mientras que él se pudre en celos.

— La palabra amor es demasiado para algunas personas, pero ellos, ellos parecen ser la representación física de eso. — Mikey se sobresaltó y con unos suaves movimientos de dedos hizo desaparecer la botella, dando media vuelta para encarar a la persona que le hablaba.

— Es lo que veo. Son una encantadora pareja. — Inui asintió con la cabeza.

— Lo son, aunque me de vergüenza confesar que hubo un tiempo en el que estuve celoso de Chifuyu.

— No.

— Sí.

— ¿Tú?

— Mira, Takemichi es una persona única, es el sol de este pequeño pueblo y bueno, era imposible no caer a sus pies. Mi enamoramiento por él fue tan grande que un día me enfrente a golpes con Chifuyu. — Inui río ante la expresión de Mikey. — Lo sé, fue muy tonto, pero éramos jóvenes y no quería aceptar que Takemichi no me amaba. Creía que eran mentiras de parte de Matsuno, pero no, lo entendí todo ese día, cuándo Takemichi se plantó delante mío y sin titubear quiso aceptar los golpes que iban dirigidos a Chifuyu. — Inui soltó un suspiro anhelante por un posible recuerdo y Mikey frunció el entrecejo por la información que recibía.

— Vaya.

— Sí, fui muy intenso, pero eso fue en el pasado.

— ¿Ya no gustas de Takemicchi? — Inui se petrifico ante esa pregunta y Mikey le juzgó.

— Sería mentira negar eso, pero soy feliz.

— ¿Por?

— Porque la persona que más amo es feliz con la persona que ama. — Mikey le sonrió flojamente al rubio y asintió.

— Que corazón tan puro tienes Inui. Tan puro que estarás en la boda del amor de tu vida. Qué fortaleza. — Inui se estremeció ante esas palabras, pero intentó reponerse.

— Sí, pero es una lástima que tú no puedas estar ese día. Takemichi estará triste porque te vas.

— Takemicchi triste. — Repitió mientras giraba suavemente su cabeza a la ventana, intentando ver nuevamente al pelinegro de ojos azules.

— Sí, te tiene tanto cariño y estima, es una pena para él tu partida.

— Tal vez. — Inició e Inui le miró con curiosidad. — Tal vez pueda hacer una pequeña celebración con él antes de irme, por su futura felicidad y también por la ayuda que me brindó cuándo más lo necesitaba. — Inui le dio la razón.

— ¿Realmente estás mejor? Me sorprende lo rápido que sanaron tus heridas. — Mikey relamió sus labios y volvió a mirar al rubio.

— Se los dije, yo tengo una buena resistencia. Era solamente un descanso lo que necesitaba.

— Y acabar con los dulces de Takemichi. — Ambos rieron por eso.

— Era inevitable, los dulces de su aldea son exquisitos.

— Takemichi ayuda en la mayoría de la producción.

— Vaya, Takemichi es alguien realmente importante aquí, ayuda a todos.

— Te lo dije, es el pequeño sol de aquí.

— Inupi, necesito tú ayuda. Oh, vaya, ¿interrumpo algo? — Mikey saludo a Koko y este forzó una sonrisa amable.

Miatake terror.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora