Puedes entregarle al mundo la sonrisa más hermosa, pero puede ser tan falsa como preciosa.
Para qué desgastarse explicándole a todos porque lloras si puedes enmascarar tu dolor con una sonrisa¿A caso el mundo entendería porqué?¿A caso alguien lo notaría?¿O intentarían ayudarte?No me interesa, no quiero lástima, ni comprensión, ni aceptación, no quiero nada de un mundo más vacío y escaso de sentimientos que mis ojos azules. Igual de coloridos, pero igual de tristes. No deseo que este pequeño planeta entienda el porqué de mi silencio y mi falsa sonrisa, no creo que alguien sea capaz de mirarme y no juzgarme, que exista vida en él capaz de descifrar el océano de sombras que ocultan mis ojos.
Soy una chica normal, feliz, sonriente, inteligente y con un don particular para tocar el violín, al menos eso dicen. Pero aunque parezca extraño quién único sabe que tan rara soy, me comprende y me entrega todo su amor sin juzgarme es mi diminuta bola de pelos, un gato negro de ojos azules.
No soporto las novelas cliché donde la chica o el chico deprimido encuentran su media naranja o más bien su medio mundo de fantasía lleno de colores neón que lo sacan de ese hueco oscuro y comienzan a flotar juntos entre corazones, dejando ver su verdadero ser hermoso. No, no creo en eso, no quiero que nadie me diga que todo va estar bien y que me dará un estruendoso abrazo que calmará las tormentas dentro de mí. No quiero que mi felicidad sea encontrada y atada a otro ser débil e indefenso que aparenta ser fuerte para mí.
-No mamá, no voy a ir- Protesté, cruzando los brazos sobre mi pecho.
Todas mis protestas fueron en vano, terminé viendo la cuidad pasar a través de la ventanilla del coche.
-Bienvenidos a su primera terapia en conjunto-Dijo un joven alto, vestido de traje oscuro.
No se en que momento acepté ir al psicólogo y no se en que momento mamá me convenció de ir a terapia en conjunto, pero aquí estoy.
*Espero les guste mi primera historia y la apoyen*Actualizaré cada martes*Besitos<3
