No, los 29 no son una desgracia y cumplir treinta desde luego tampoco lo es. Supongo que lo que me pasa es que estoy completamente estancada.
Ya he escuchado que los treinta son los nuevos veinte y que todos estamos perdidos, que somos la generación de cristal, que puedo dar gracias por tener trabajo en una tienda de muebles y compartir piso, pero es que cuando jugaba de niña a eso de poner un cuadrado con la edad a la que te ibas a casar, los hijos que ibas a tener y donde ibas a ir de luna de miel parece muy lejano en el tiempo. En los dos sentidos, lejano quedan aquellos días en las clases sin preocupaciones y lejanos el que se vaya a cumplir alguna de las predicciones de aquellos juegos infantiles.
Pero para juegos los que nos da la vida. Hoy he ahuecado 16 cojines y ninguno era en mi casa y es que lo del trabajo en esta tienda de muebles después de seis años me está empezando a pasar factura. He dejado incluso de escribir.
A ver, que yo ya sabia que esto no era "En los zapatos de Valeria" de Elisabet Benavent que cuando con mis amigas devoramos los libros en la universidad ya sabíamos que no nos iban a pasar las mismas cosas, pero que queréis que os diga, a mí me pudo la emoción de una protagonista que se llamaba como yo: Valeria.
Y es que tampoco tengo la culpa de que mi abuelo, el padre de mi madre, se llamara Valeriano y muriera poco antes de que yo naciera. Podría haber sido peor, lo sé, pero, ¿Es que Valeria?
Que a lo mejor ahora es muy chic y muy moderno y se lo ponen todas las famosas a sus hijas, pero antes de la Valeria de Beta Coqueta yo no había conocido a ninguna otra que no fuera italiana, y es así como les decía a amigos que era por mi abuela que era romana y que por eso me fui a hacer el Erasmus allí. Coló, había nacido para la ficción, aunque ya no escribiera.
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Antes que el diablo me vea morir
ParanormalNo hagas pactos con el demonio. Nunca. Valeria lo único que sabía es que su vida no era como se la había imaginado, igual que te ocurre a ti. En los zapatos de Valeria también le hizo mucho daño y se creía que las cosas al cumplir los 30 iban a ser...