Forbidden | K.TH BTS

Todo comienzo tiene su encanto 1

—Y recuerda no confiar en nadie, tener cuidado con lo haces y mucho más con te ve haciéndolo

Ese raro pero gran consejo salió de la boca de Hoseok, mi mejor amigo, mientras íbamos en dirección a la universidad, aunque él no asistía.

—Trata de mantener la calma en todo momento y - Lo interrumpí con un pequeño grito
—¡Ya basta! - Sus ojos reflejaron extrañeza por mi reacción pero es que llevaba desde casa repitiendo lo mismo que ya sabía - Hobi, agradezco que te preocupes tanto pero ten en cuenta que no he vivido mis 20 años de vida debajo de una piedra escondida. En Estados Unidos también asistía a clases y me relacionaba con todo tipo de personas

Toda mi vida ha transcurrido en las concurridas calles de New York. Iba a la escuela, tenía novio, salía de fiesta. La típica vida de una adolescente pero con la diferencia de yo era una mujer lobo.

—Pero esto no es Estados Unidos - Me tomó de los hombros y sus ojos avellana recayeron directamente sobre mi con una expresión seria - Tu clan esta aquí y ahora eres nuestra líder, no puedes fallar

Tenía una vida normal, dentro de lo que cabe. Hasta hace tres meses cuando mi padre murió. Él era el líder del clan de los lobos de Corea de Sur y yo como su única progenitora deje atrás mi vida y me trasladé aquí.

Siendo sincera no me desagrada la idea de vivir aquí, venía seguido cuando mi padre vivía así que no hubo contradicciones internas por el mando, cosa que agradezco.

—No te preocupes, no les fallaré - El asintió y seguimos nuestro camino

No mentiré, era difícil dejar toda una vida atrás y comenzar de cero, pero era mi deber y en honor a mi padre, lo cumpliré al precio que sea.

Cuando al fin el gran recinto universitario estuvo en mi rango de visión Hoseok de detuvo.

—Tu salón esta en el segundo piso, en la parte norte, salón 2B ¿Esta bien? - Asentí aún mirando el lugar

Era enorme, muchos chicos entraban y salían casi corriendo mientras otros estaban en los alrededores. El ambiente se sentía muy cómodo y acogedor.

—Ya debería entrar, adiós Hobi - Me despedí de él con un beso en la mejilla
—Adiós pequeña - Me mostró una leve sonrisa mientras metía las manos en sus bolsillos

Me adentré en el lugar y enseguida miradas curiosas se dirigieron a mi, sin necesidad de hacer esfuerzo detecté a varios vampiros, lobos y otras criaturas, incluyendo a los humanos.

Los pasillos eran amplios y abarrotados de estudiantes pero seguí las indicaciones de Hoseok al pie de la letra y no tuve problemas para encontrar mi salón. Estaba a punto de atravesar la puerta algo me hizo detener abruptamente.

Una mirada.

Tenía la desagradable sensación de que me observaban. Una mirada tan penetrante que me incomodaba. Era un vampiro, pero no cualquiera, uno con grandes habilidades.

Los vampiros al igual que los lobos y algunas otras criaturas sobrenaturales, desprenden energías y en dependencia del poder que posea la criatura, su energía se intensifica o minimiza, y en este caso era mucho poder.

Ignoré esa sensación y entre al salón, aún era temprano, por lo a no había casi nadie, solo un chico sentado en la primera fila enfrascado en lo que escribía en un cuaderno. Sin decir nada elegí uno del los asientos del medio junto a un pequeño ventanal y tomé asiento.

Mi mirada por unos minutos quedo perdida en la nada, aún sentía el peso de esa incesante mirada en mi espalda. Escuché como la silla a mi lado se movió pero no voltee a mirar quien ocupó el asiento.