One shot🔞[J.D Y TU]

03

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Los días pasaron y todo iba bien, solo que ya no hablaba con Jeff, por fin lo dejaron volver al comedor asi que ya no debía ocuparme tanto de el. Aún así casi siempre lo veía a lo lejos, se veía algo deprimido y no comía lo suficiente cuando estaba en el comedor, quería acercarme a él y hablarle, preguntarle porqué está así. Pero no podía, algo me lo impedía y no sabía lo que era.

"Buenos días, Andy"Alan aparece por detrás y se para junto a mí.

"Buenos días, señor"sonrió un poco y se giró para verme bien.

"Hoy le toca trabajar a Dahmer, debe limpiar los vestidores. ¿Crees que podrías vigilarlo mientras tanto?" Al escuchar su nombre sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo.

"Amm, claro. Yo lo haré"el sonrió mostrando sus perfectos dientes.

"Te lo agradezco mucho, Andy"dijo para luego retirarse.

'Demonios' pensé y comencé a caminar hacia la celda de mi querido Dahmer. Al llegar solté un suspiro, conté hasta tres y entré.

"Te toca trabajar, Jeff"el estaba leyendo en su cama. Se levantó sin decir nada y estiró sus manos para que le pusiera las esposas, lo cual hice y lo escolté hasta los vestidores.

"Tú te quedarás aquí, ¿No?" Eran las primeras palabras que me dirigía.

"Así es, debo vigilarte"asintió y caminó hasta un balde con agua y tomó uno de los trapeadores que estaba allí, lo remojó en el agua y se dispuso a limpiar el suelo, cerré la puerta con la llave en caso de cualquier cosa.

Estábamos ambos entre un feo silencio incómodo.

"Ya no aguanto más"tiro el trapeador al suelo y comenzó a caminar Rápidamente hacia mí.

"¿Q-que haces?" Coloqué mi mano en el arma que estaba en mi cintura y la saqué para así apuntarle a Jeff. Estaba tan asustada.

"¿Vas a matarme?" Estaba temblando. "Si vas a hacerlo que sea rápido, me lo merezco"se acercó aún más y la pistola le apuntaba al pecho. "¡Házlo!" Estaba poniéndome tan nerviosa.

"Y-yo"no sabía que hacer, no podía matarlo.

"¡Dispara, Andrea!" Mierda, mierda, mierda. Me quitó el arma de golpe y la arrojó al piso para luego besarme salvajemente.

Mi mente estaba en blanco en este momento. Es como si mi cuerpo siguiera sus propios impulsos, pero no voy a negarlo, yo quería hacerlo.

Desabrochó mi camisa y la arrojó al suelo, hice lo mismo con la suya. Me volteó en la pared y bajó mis pantalones al igual que los  suyos, mientras olía mi cuello introducía su miembro dentro de mí.

Comenzó a embestir rápidamente mientras tapaba mi boca haciéndome soltar algunos pequeños gemidos ahogados, lo único que se oía en la habitación era el sonido de nuestros cuerpos chocar, y rayos que lo estábamos disfrutando.

De un momento a otro me tomó de la cintura y me azotó no muy fuerte contra una mesa que estaba en un rincón, me quejé un poco y luego se colocó una vez más detrás de mí y comenzó otra vez las fuertes embestidas. No podía evitar gemir, tenía tanto placer ensima que nisiquiera me importaba que nos vieran o escucharan.

De vez en cuando me daba algunas nalgadas que me volvían loca, me tiraba el cabello y sentía sus silenciosos gemidos en mi oreja. Estaba apunto de correrme y creo que el también.

"¡Más rápido, Jeff..m-mas rápido!" Aumentó la velocidad por unos largos segundos hasta que ambos llegamos al clímax al mismo tiempo.

Dejó caer todo el peso de su cuerpo agotado sobre el mío. Recosté mi cabeza sobre la mesa y cerré mis ojos unos segundos hasta qué sentí a Jeff salir de mi y levantarse, así que hice lo mismo.

Se acercó a mí y me dió un corto pero tierno beso en los labios.

"Eres lo mejor que me pasó, Andy"es muy lindo.

"Tu también eres lo mejor que me pasó, Jeff"me dió un cálido abrazo, se subió los pantalones y fue a recoger mi ropa la cual estaba en el suelo para luego darmela.

"Vístete o alguien podría vernos y no quiero que te alejen de mí"Asentí y comencé a vestirme, Jeff me veía mientras lo hacía y eso me daba algo de vergüenza.

"No me veas así"solté una risita avergonzada y el solo sonrió.

"No te avergüences, eres hermosa"creo que me sonrojé.

Terminamos de vestirnos y ayudé a Jeff a limpiar un poco el lugar, ya que sería un poco raro que haya traído a un interno a limpiar y el lugar esté igual de sucio. Salimos del lugar y lo llevé de vuelta a su celda, hablamos unos minutos sobre tonterías, nos dimos unos cuantos besos y luego me fuí.

No voy a negarlo, me siento muy feliz de haber arreglado las cosas con Jeff, pero aún me comía la cabeza esa idea de que jamás podríamos ser felices juntos, y por obvias razones. Pero quería tratar de olvidar eso y disfrutarlo mientras podía.

FIN DEL CAPITULO.