Midnights Rain

511 46 14
                                    

¿En qué momento había perdido la conciencia de vivir? En algún minuto de su vida, y sin darse cuenta, una parte de su cerebro se había desactivado, dejando que su cuerpo cometiera monótonas acciones a diario, absurdas, solitarias, insensatas y agotadoras, todo para no tener un espacio para pensar en lo miserable que se había vuelto.

No podía decir que su vida se había puesto de cabeza a sus veintisiete años, sería como menospreciar los años anteriores. No estaba segura si todo era su culpa, en realidad no lo era, pero realmente hacía un esfuerzo para creer que sí, de esa manera podía desquitar su frustración consigo misma y no con otros, detestaba la idea de enfrentar y desatar sus intensas emociones ante los demás, no tenía caso preguntarse por qué, la verdad es que temía y a la vez le incomodaba sacar a la luz su lado más débil.

Más aún cuando poco tiempo atrás había adquirido el título de "presidenta de la corporación Yu" por presión de la junta, el atrevimiento de su padre y la locura de su madre.

Siempre fue una persona aburrida. Si miraba hacia atrás a todos esos momentos en la mañana cuando debía verse al espejo, todos los días de su vida la expresión en su rostro fue la misma. No hay emociones en sus ojos, era más bien un vacío profundo, oscuro y asfixiante, a los más veteranos en la empresa les encantaba, ellos la habían llamado "la mirada de un depredador" Jimin simplemente lo odiaba.

Odiaba como podían confundir sus ojos solitarios con una mirada de desprecio o superioridad, el como todos bajaban la mirada o se perdían en su alrededor luego de unos segundos de contacto. Por supuesto, eso no es lo único. Su expresión sólo era un plus para esa amarga mirada que no podía quitar ni con la máscara más trabajada a lo largo de los años. No sabía si considerarlo una desgracia o un regalo, pero las finas facciones de su rostro eran agudas y a su vez firmes, siempre manteniendo la expresión serena e intimidante incluso fuera del trabajo, no es que lo deseara realmente, tan solo no había nada en el mundo que pudiera provocar el movimiento curvo en sus labios que muchos añoraban ver, ciertamente ¿Cuándo fue la última vez que sonrió?

Incluso si se detuviera a pensarlo no había manera de que pudiera responder esa pregunta, las personas sonríen porque tienen razones para hacerlo, por supuesto, ella es la excepción.

Siendo ya mayor con una personalidad rígida y vacía pues no había mucho que los demás pudieran hacer para remediarlo incluso si hubiera uno que otro que se esforzara, Jimin suponía que no podían tener éxito porque naturalmente ella era de esa manera desde que tenía uso de razón, sin darle alternativa al cambio continuó aislada del resto.

Siempre pensó que el mundo era peligroso. Creció en un ambiente en el que debías sobrevivir por cuenta propia, en la que tus logros no eran recompensados y las felicitaciones no existían, un lugar donde podrías hacer buenas relaciones sólo si les beneficia a ambas partes para al final terminar apuñalándose por la espalda. Fue educada para no confiar ni en su sombra, ¿Qué podría hacer al respecto más que esconder lo que sentía para no ser traicionada?

Sabía que no era normal, siempre lo supo, pero quejarse o lamentarse no era una opción, porque esa es la vida que le había tocado y perseverar era su única opción. Por cosas de la vida adquirió la tenacidad de su padre y la terquedad de su madre, despreciaba enormemente la idea de parecerse aunque sea un poco a ellos, pero actualmente se sentía agradecida de tenerlo y así no haberse derrumbado con anterioridad.

Qué importaba ya si tuvo una infancia anormal, qué importancia tiene consumir su alma si su vida no le pertenece y nunca lo hizo, no hay razón para buscar un camino qué seguir porque el suyo estaba pavimentado incluso antes de nacer.

De todos modos...

Sufre.

Oh sí, sufre enormemente, no sabe muy bien por qué, ¿Será la soledad? ¿o su incapacidad? Ella no quiere nada de lo que tiene, mierda, no le interesa pasar todo el día teniendo reuniones con ejecutivos, leer papeles que deben ser firmados, generar ingresos, hacerse millonaria, controlar la vida de su hermano y la de su madre, todo eso no le correspondía a ella, sino a su padre.

MIDNIGHTS ๑ WINRINA OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora