Hold On 「 Minjin 」

༻Nota 5༺

Un día después del fallecimiento, se realizó el funeral.
Felix se encargó de dar la noticia tanto a la familia Hwang, como a los Lee y Yang para que asistieran. Minho dió el aviso a sus padres, sabía que ellos le tenían cariño al chico. Además, también lo informaron en su escuela, por motivos obvios.

Por lo que también estaban allí los profesores de la Universidad, el director de la misma, algunos amigos a parte que tenía, e incluso las personas que solían molestarlo hicieron acto de presencia. Se les dejó entrar, en contra de la voluntad del mayor. Además, asistió Heather, gracias a que la noticia había corrido rápido.

El pelinegro intentó no acercarse a ella, pues no se sentía en buenas condiciones como para dirigirle alguna palabra. Prefería dejarlo como estaba, sin más contacto entre ambos. Su relación había sido prácticamente perfecta, sin embargo, había tenido una grave consecuencia, así que era preferible no mover las cosas.

El cielo lloraba junto con los presentes, haciendo que el ambiente fuera aún más triste. Los colores negro y gris dominaban todo a su paso, acompañados del ruido de los sollozos y suspiros pesados que emitían las personas.

Todos rodeaban el ataúd, sobre él se habían colocado varios ramos de flores hermosas, junto con una fotografía de Hyunjin. La última que le fue tomada.
En ella se le veía sonriendo, y casualmente, estaba con Minho, en una reunión de la familia Hwang, en donde habían pasado el día juntos en casa del menor.

Minho tuvo que luchar con demasiada fuerza para no quebrarse allí mismo al ver esa foto.

—Le pedimos amablemente a los presentes que permanezcan en silencio, la ceremonia va a comenzar.—habló el Padre que la oficiaría.

Cada persona que así lo quiso pasó al frente y dijo algunas palabras hacia Hyunjin.
Felix por supuesto fue el primero en hablar, rompiendo en llanto a mitad de su discurso, a duras penas logró terminarlo, y con justa razón. Había perdido a su mejor amigo, y claro que el corazón le dolía en exceso.
Jeongin también habló, sí sentía la tristeza de haberlo perdido, pero evidentemente, no era tanta como la de su pareja.

La madre de Hyunjin ni siquiera pudo articular palabra, sólo su padre habló con dificultad. Los Hwang no podían creer que su hijo hubiera pasado por tanto dolor como para no encontrar otra solución.
No lo veían como una cobardía, más bien, intentaban respetar sus motivos, sin importar cuales fueran.

Así, algunos expresaron discursos breves, otros se limitaron a seguir llorando en silencio. Por último, fue turno de Minho, quien se negó en primera instancia.
Y no, no fue por grosería, sólo que sabía de sobra que en cuanto abriera la boca, volvería a quebrarse y nadie podría consolarlo.

—Señor por favor, debe despedir a su novio. —dijo el Padre. Al contratar los servicios funerarios, se le había informado quién era qué del chico difunto.

Nadie objetó nada, a esas alturas, a las respectivas familias de la "pareja" ya no les quedaban ganas de reclamar o pedir explicaciones. Ni siquiera Heather habló, ella continuaba en shock.

—Lo intentaré... —respiró hondo, y colocó ambas manos sobre el ataúd.

—Palabras de Minho:

Hyun... Ni siquiera sé cómo empezar, jamás creí tener que estar en una situación así...
Prometimos estar unidos toda la vida, ¿lo recuerdas?... Deseaba que se cumpliera, y podía ver que tú querías hacerlo también.

Y ahora... Estás tan lejos y a la vez tan cerca de mi. Sigues frente a mis ojos, pero no podré volver a verte nunca, eso duele más...

Perdóname Hyunjin, te ruego que me perdones por todo el daño que te hice, yo jamás quise herirte, sólo... Fui demasiado idiota para ver la realidad de las cosas. Te amaba a ti, te necesitaba a ti, tú valías más para mi que nadie en el mundo.
Tuviste que irte para que yo me diera cuenta.

Espero algún día me des una señal de que me has perdonado... Por favor... Te amo Hyunjin... Siempre lo hice y lo seguiré haciendo.

—Fin del discurso.

Él había mantenido la brevedad en sus palabras, encerrando miles de cosas más en su pecho. No quería dejarlas salir con tanta gente observándolo, pues se sentiría vulnerable. Prefería sacarlo todo al llegar a casa, o mejor dicho, al departamento del castaño.

Algo que sí hizo, fue abrazar el ataúd. Lloró, aunque había muchas lágrimas que estaba reprimiendo. Tuvo que quitarse, pues ya debían bajarlo y cubrirlo con tierra, era momento de dejarlo ir por completo, o al menos esa era la idea.

Finalmente, la ceremonia acabó, y poco a poco los asistentes se fueron retirando del lugar, entre suspiros y expresiones de tristeza pura. Minho tardó en irse, además de quedarse con la fotografía que se había colocado, bajo la lluvia, sin importarle una futura enfermedad por eso.

Sería una pérdida sumamente difícil de superar, pero por lo menos para el pelinegro, sería prácticamente imposible hacerlo.
Más aún considerando el hecho de que él fue quien lo halló en aquel estado.

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No quería que te bajaran a la tierra, no quería hablar de más para evitar mostrar mi verdadera debilidad, pero... En verdad no sabes cuanto me punzaba el corazón y me quemaban los ojos al estar allí, frente a tu ataúd.

Sobre todo, cuando vi aquella fotografía, te veías tan feliz... Debí aprovechar cada segundo de risas y compañía que me otorgabas, debí atesorar más imágenes de ti siendo feliz. Quisiera ver tu bonita sonrisa una y otra vez, pero sé que no se cumplirá. Ya no.

Todo lo que dije es verdad, por favor créeme.
Lamento cada pequeña y gran cosa por la que te hice pasar, muchas veces sin darme cuenta, y me arrepiento aún más del último trato que te di. Debí llenarte de cariño, no de caras raras o palabras hirientes.

Maldita sea, ¡lo que menos deseaba era lastimarte!
Siempre juré que te cuidaría y mira lo que ocasioné, que quisieras dejar de vivir.

¿Me escuchaste gritar? me aferré al ataúd y grité tu nombre.
Te grité que no me dejaras, que te quería conmigo, que te amaba con toda mi alma.

Sé que no me oíste, pero quiero imaginar que sí.
Hyunjin... No podré superar tu partida, ni siquiera sé si podré pasar más días así. No tengo idea de cuanto tiempo aguantaré sin ti, y realmente... Espero sea poco.

¿Por qué? porque ahora todo lo que quiero es irme contigo. Y voy a aguardar con ansias el día en que mi corazón por fin se detenga, y pueda verte una vez más.

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