School Bus - Adaptacion-

1

-¿Qué es esto?-

-Unas galletas que tenía para ti por buen hermano, mi querido min.- hizo énfasis en algunas palabras con claro sarcasmo.

-Perdóname binnie, siéntate... y perdóname eh, yo te quiero mucho- Le regaló una sonrisa encantadora a su hermano menor y siguió manejando.

Y si, leyeron bien, el chofer era su hermano mayor, el mismo chofer que era un desalmado que siempre lo dejaba olvidado en la escuela.

-Eres un mal hermano- susurró dándose la vuelta para ir a un asiento dándose cuenta de dos cosas.

La primera era que ya no habían asientos libres, y la segunda, que todos estaban mirando la escena de hermanos que estaban haciendo. Ahí fue cuando se sonrojó y caminó hasta quedar a la altura del penúltimo asiento.

En este se encontraba sentado un chico que al menos era uno o dos años mayor que él, a su lado no había nadie pero tampoco había espacio para sentarse ahí, ya que el chico habría puesto muchas cosas como dos mochilas, una maqueta y tres guarda planos en el lugar.

El chico estaba viendo con suma atención su celular y tenía un airpod puesto. Por lo que Bin dedujo que no se había fijado el la escenita que acababa de tener con su hermano mayor.

Grata fue su sorpresa cuando miró abajo hacia el celular del chico de cabellos negros, se encontraba viendo una serie de videos pornográficos.

Habría sido su sorpresa menos intensa si no hubieran sido videos de dos chicos dándose como cajón que no cierra.

Cuando ya había visto dos videos, estaba completamente seguro de que el chico que se encontraba viéndolos no estaba sintiendo en lo mas mínimo excitación, hasta que en un bache la mochila que mantenía en sus piernas cubriendo su entrepierna se calló al piso y dejo ver un gran bulto bajo sus pantalones.

Diez minutos después, binnie estaba más que seguro que el chico estaba enterado de que él podía verlo, ¿Porqué? se preguntarán.. Pues el chico se había desabrochado el pantalón y bajado su ropa interior liberando su miembro, Todo eso bajo la atenta mirada de el , que no podía apartar sus ojos por más que no le pareciera moralmente correcto