Capitulo 4 Como la Cenicienta

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Una mujer vino hacia nosotros y al verme a mí se puso hecha una rabia.

Hera: No puedo creer que le des la Isla Aurea a una de tus hijas bastardas.

Hilla: Bastarda.

En ese momento me di cuenta de que la mujer era Hera la esposa de mi padre, había oído que castigaba a las amantes de mi padre y a los hijos que tenían con ella.

Hera: Tu maldita niñata no mereces esta Isla.

Hera me cogió del cuello y estaba por hacerme una barbaridad, pero alguien logra detenerla a tiempo.

???: Déjala en paz Hera.

Hera: Tú no te metas Hermes.

Zeus: Basta Hera deja a Hilla y tu Hermes guía a Hilla.

Hermes se dispuso a guiarme y el cual me confiesa que también es mi hermano solo que también es un bastardo como yo.

Hermes: Tu no le hagas caso Hera es así con todos los hijos que no son suyos.

Hilla: Gracias Hermes (dije abrazándolo).


1.El ascenso de Hilla Una nueva diosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora