TWENTY SIX

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Cómo fue tu examen, amor?" Karina le pregunta en voz baja a Winter, acariciando su cabello.

"Muy bien, estaba fácil," Winter replica, respirando el olor de la alta.

"¿Y cómo te sientes?"

Minjeong abre la boca, y está a punto de decirle a Karina que está bien, pero ésta se aleja y la mira a los ojos. Sólo se necesita una mirada y Winter recuerda directamente esa noche, hace dos semanas, cuando Karina había visto los autoinfligidos rasguños y moretones, estropeando su estómago y caderas. La memoria sigue siendo dolorosamente fresca en la mente de Winter, que todavía puede sentir el nudo en su pecho cuando la castaña se había derrumbado frente a ella.

————

"Es sólo un mal hábito, Karina," Winter había gemido, "Yo realmente estoy bien, es sólo un mal hábito."

Karina había sacudido la cabeza y retrocedido, cayendo sobre la tapa del inodoro como un saco de ladrillos, "soy una maldita idiota", había dicho, "¡soy tan jodidamente estúpida!"

"¡No lo eres, Karina! No digas eso," Winter protestó.

"Me miro en tus ojos, y cada día te ves como si estuvieras ahogándote y no dejo de pensar en que te estoy metiendo en el bote salvavidas, no dejo de pensar que puedo traerte a la orilla; ¡pero estás en el medio del maldito océano, y no puedo ni putamente acercarme a ti! "

"Karina..."

"¡No Minjeong! ¡Deja de mentirme! Por favor, estoy literalmente rogándotelo" el aliento de Winter se había enganchado en su garganta cuando Karina se había hundido al costado de la taza del baño, poniéndose de rodillas en frente de ella, "¡Por favor, dejar de mentirme! ¡No puedo hacer esto si vas a actuar bien, cuando claramente no lo estás!"

Winter se había obligado a no alejar las manos de Karina que sostenían sus caderas, "¡si yo te digo lo que estoy sintiendo realmente, tú vas a irte de cualquier manera!"

Los ojos de Karina suplicaban cuando miraba a Winter: "Te lo he dicho un millón de veces, ¡no voy a ninguna parte! ¡Pero no puedo seguir haciendo esto si vas a mentirme y ocultar las cosas de mí! puedo manejarlo si te sientes como una mierda, puedo manejarlo si estás molesta. ¡No tienes que actuar bien para mí! ¡Pero no puedo manejar que me mientas! ¡Esto nunca va a funcionar si te mantienes alejada! "

Su reflejo de inmediato fue alejar las manos de Karina fuera de ella. Para gritarle en la cara que sólo debería irse entonces, porque nunca fueron echas para estar juntas de todos modos. Excepto que no lo hizo. No la empujó y no levantó la voz. Karina la había mirado, de rodillas en el suelo, sus ojos buscando su rostro.

"Está bien", Winter suspiró.

Karina había gemido, bajo y gutural, "¡vez! ¡Ni siquiera te importa una mierda! ¡No te importa si te estoy diciendo que esto no va a funcionar si mientes, porque no te importa que funcione! "

"No," dijo Winter en voz baja, "estoy diciendo ‘bien’ a todas las cosas que dijiste antes."

La cara de Karina se había torcido por la confusión, "¿Qué cosa?"

"Estoy diciendo que voy a dejar de mentir, voy a dejar de esconderme. Te diré cuando me sienta como una mierda, y voy a decirte cuando me muero de ganas de romper la grasa de mis huesos" Winter había murmurado, ignorando el estremecimiento de Karina ante la elección de sus palabras, "está bien, voy a dejar de ser tan cerrada".

Karina se había callado por un minuto, buscando las palabras, ya que la incredulidad la había nublado "sí, eso lo dices ahora, pero de ahí encontrarás otras maneras de ocultar las cosas de mí."

𝖥𝖠𝖣𝖨𝖭𝖦 | WINRINADonde viven las historias. Descúbrelo ahora