Baile

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Adam se levantó de malas como en los últimos días, no sabe exactamente porqué ocurre esto, aunque puede que la razón sea que no tiene una pareja para ir al baile de graduación.

Bajó a desayunar un poco desganado, comenzó a prepararse un huevo revuelto para acompañarlo con pan tostado. De repente se encontró imaginando bailar en la graduación con Johana, la chica más hermosa que ha visto en su vida, ella iría seguramente con un vestido celeste ya que era su color favorito.

Su ensoñación fue interrumpida por un ligero olor, se percató que el huevo empezaba a quemarse y ya estaba pegado a la superficie del sartén, como pudo lo despegó para servirlo a un plato. Es ahí cuando aterrizó en la realidad bruscamente, ni siquiera tenía el valor suficiente de invitar a Johana por miedo a ser rechazado, además al padre de la chica no le agradaba Adam y había la posibilidad de que no lo permitiera.

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