La forma en la que los gemelos Shen conocieron a Qi-ge fue, por decirlo de alguna forma, peculiar.
Los gemelos solían visitar la casa al final de la colina que todos consideraban abandonada y maldita para conseguir ratones de campo para alimentar a la serpiente mascota del gemelo mayor. Habían colocado trampas en un pequeño establo detrás de la casa, cerca de un hueco en la cerca donde ellos solían entrar. La querida serpiente mascota era una hermosa serpiente de maíz blanca que fue el último regalo de su padre antes de morir. Su madre nunca se había sentido cómoda con aquel animal en su casa, ni siquiera entendía el gusto de su hijo mayor por aquellos animales, pero era el último recuerdo que sus hijos tenían de su padre, así que, mientras ella no tuviera que alimentarlo o se paseara por sus pies mientras cocinaba, estaba bien con la serpiente en casa.
La serpiente se había acostumbrado a una dieta de ratones frescos, al principio Shen Jiu trató de alimentar a su mascota con ratones congelados pero esta solo los ignoraba, los ratones de la tienda tampoco eran de su agrado... así que terminó cazando ratones de campo todos los viernes por la tarde en la casa al final de la colina, tomando un par de roedores desafortunados. Fue uno de esos viernes cuando los gemelos tenían 7 años que se encontraron con un niño que los observaba desde la puerta del establo. Shen Yuan fue el primero en verlo, Shen Jiu rápidamente se puso frente a su hermano en posición defensiva como un pequeño gato arisco. Era un niño de tal vez su misma edad, ojos negros y cabello oscuro, nunca lo habían visto antes, ambos estaban seguros de eso.
- ¿Fueron ustedes quienes dejaron las trampas para ratones? - preguntó el niño desconocido.
- Nosotros...
Pero Shen Yuan se vió interrumpido cuando su hermano lo regaño "Idiota, no hables con extraños" dijo el gemelo mayor, Shen Yuan miró a su hermano, luego de volvió a girar al niño "Él... no es una mala persona, lo sabes, Jiu-ge" respondió en medio del silencio que los rodeaba. Shen Jiu chistó, su hermano siempre era tan optimista.
Los hermanos no movían sus labios, sus bocas no producían sonido, pero parecían tener una discusión entre ellos. Habían tenido esa habilidad desde que tenían memoria, eran capaces de hablar el uno con el otro sin usar palabras, a veces también podían escuchar los pensamientos de otras personas. Así era como sabían que el niño frente a ellos no era una mala persona. Las personas a veces se molestaban o asustaban por su truco, como la señora del mercado que trato de estafar a mamá y Shen Jiu le grito, o cuando Shen Yuan jugaba a las adivinanzas con los niños en la escuela y siempre ganaba. Con el tiempo, su mamá los hizo prometer no usar esa habilidad con otras personas fuera de casa... pero a veces era inevitable, las personas solían pensar demasiado alto, a veces era molesto.
Por eso sabían que el niño frente a ellos se llamaba Yue Qi y vivía en esa casa, acababa de mudarse con su mamá. Sabían que no estaba enojado con ellos por entrar en su casa, sentía curiosidad por el par de niños de ojos verdes que sujetaban una caja con ratones. Shen Jiu por fin cedió.
- Son para nuestra mascota - respondió Shen Jiu aún defensivo.
- Oh... ¿su mascota? - preguntó el niño desconocido con una pequeña sonrisa.
- Es una serpiente de maíz - respondió Shen Yuan con una sonrisa - se llama QingQiu.
Shen Jiu lanzó una mirada a su hermano, no era necesario que diera tantos detalles. Shen Yuan sonrió a su gemelo para calmarlo.
- Hay muchos ratones por aquí, es una casa muy vieja - comentó el niño sonriendo.
- Lo sabemos... por eso las buscamos aquí. - agregó Shen Jiu.
- Soy... Yue Qi... - se presentó por fin - acabo de mudarme con mamá...
Ya lo sabían.
- Soy Shen Yuan, él es mi hermano, Jiu-ge - presentó el gemelo menor con una enorme sonrisa aún en contra de los reclamos de su hermano mayor pidiendo que se quedara callado. Shen Yuan era un caso perdido. - Vivimos en la casa cerca de la colina, así que somos vecinos. Es un placer conocerte.
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Lumos
RandomShen Yuan nunca olvidaría el día en que la carta del Colegio Hogwarts de magia y hechicería llegó a su puerta. No esperaba que esa carta fuera el inicio de los problemas, desde serpientes que hablan y un mago malvado que lee novelas románticas hast...