Luo Binghe estaba perdido en la estación.
Había llegado temprano con la intención de no perder el expreso a Hogwarts, para buscar el andén indicado y no tener problemas con otros tal como los había tenido cuando fue al callejón Diagon a comprar sus materiales.
Después de la muerte de su madre adoptiva había crecido en un orfanato, los chicos nunca habían sido agradables con él por ser diferente, las cosas a su alrededor siempre eran raras, a veces sucedían cosas... malas a los niños que lo molestaban, por eso muchos decidieron dejar de hablarle, ignorarlo. Su madre siempre le había dicho que había alguien cuidando de él, cuando su madre falleció mantuvo ese pensamiento, que todas esas cosas que sucedían a su alrededor, las cosas que le pasaban a quienes eran malos con él (como terminar en un hoyo que aparecía de la nada o terminaba cacareando por una semana después de insultarlo).
Cuando fue al callejón Diagon, el lugar al que le habían indicado como llegar, las personas también parecían evitarlo, los vendedores apenas hablaron con él y muchas personas murmuraban cuando pasaba. Ese día pensó que sería igual, trato de preguntar a un par de personas sobre el andén, pero algunos lo veían como si estuviera haciendo una broma y otros lo evitaban después de ver la marca de nacimiento que tenía en la frente. Era una marca roja, en el pasado había tratado de llevar una curita o maquillarla, pero por alguna razón la marca siempre se hacía visible pronto, la curita se caía y el maquillaje no servía, a veces la cubría con su cabello o usaba una gorra. Esa era la única forma. Esa tarde llevaba un gorro de lana rojo que su madre le había regalado. Era suficiente para cubrir la marca y pensó que quizás eso ayudaría a que nadie le prestara atención, pero se equivocó. Llevaba al menos dos horas dando vueltas tratando de encontrar dicha plataforma.
Soltó un suspiro casi rindiéndose, pensando que a fin de cuentas no podría asistir a aquella escuela.
Realmente... nunca se había interesado en saber por sus padres biológicos, era feliz viviendo con su madre, pero ella falleció unos años atrás y él terminó en el orfanato. Solo unas semanas atrás descubrió que sus padres biológicos le habían dejado mucho dinero, que era un mago, que podía asistir a una buena escuela donde habían más niños como él. Se había emocionado un poco... pero ahora...
- Oye - se sorprendió al sentir como alguien tomaba su mano, se sobresaltó y se encontró con la mirada de un niño de ojos verdes detrás de un par de gafas. Reconoció al niño de Gringotts - ¿buscas la plataforma 9¾?
Abrió los ojos sorprendido, nadie había querido acercarse a él en todo ese tiempo, las personas lo evitaban e ignoraban, algunas personas como la señora con el sombrero verde con un águila disecada incluso había huido cuando él se tropezó con ella.
- Uh... mn - asintió.
- ¡Genial! ¿También es tu primer año en Hogwarts? - dijo con una enorme sonrisa - ven, también es mi primer año pero mi hermano y amigo ya estan dentro de la plataforma, sé cómo entrar.
Luo Binghe escuchó la explicación del niño, lo miró con un poco de duda... quizás el niño solo buscaba reírse de él, no sería la primera vez que alguien lo engañaba solo para reírse de él. El niño frente a él pareció avergonzarse.
- Sé que suena extraño... pero te prometo que es verdad... podría... pasar primero para demostrarlo si quieres. Juró que no estoy tratando de engañarte.
El niño parecía ser honesto, quizás... podía confiar en lo que le estaba diciendo. Por una extraña razón vió como el niño se alegraba cuando él pensaba en eso, lo llevó de la mano hasta el muro que había dicho, frente a este aún había un carrito con equipaje.
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Lumos
RandomShen Yuan nunca olvidaría el día en que la carta del Colegio Hogwarts de magia y hechicería llegó a su puerta. No esperaba que esa carta fuera el inicio de los problemas, desde serpientes que hablan y un mago malvado que lee novelas románticas hast...