Atrapado (VegasPete)

Cap 14

El punto de vista del autor

Porsche le dijo a Pete que se acostara en su cama cuando Pete terminara de comer. También le dijo a Pete que pedirá al Sr. Kinn  otra cama y algo de ropa. Pete no podría estar más agradecido. No conocía a Porsche durante mucho tiempo, pero en este nido de serpientes el mayor se sentía como una persona de consuelo para él.
Agradeció a Porsche y se acostó cuidadosamente en la cama. Aunque tomó analgésicos, su cuerpo todavía le dolía.

La sensación de dolor físico no duró mucho cuando comenzó el cansancio. Los párpados de Pete se volvieron pesados y se cerraron  lentamente. Sin su conocimiento, se convirtió en un sueño sin sueños.

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Pete no sabía cuánto tiempo había dormido. Cuando se despertó, la luz que salía de la ventana abierta era bastante brillante. Se sentó tranquilamente. Su cara se sentía hinchada por la cantidad de tiempo que había dormido. Pero se sintió mejor.

Los ojos de Pete cayeron en el pequeño reloj digital en la mesita de noche y vio que ya eran las 2 p.m. Luego su atención cambió a la nota adhesiva junto al reloj.

Oye, lo siento, no podré estar allí cuando te despiertes. Me llamaron para el servicio. Cuando te despiertes, ve a la cocina. Ya le conté a la tía Mei (la cocinera) sobre ti. Ella te dará comida. Probablemente volveré alrededor de las 3 p.m.
No me eches mucho de menos ;)

dibujó un guiño al final de la nota, lo que hizo sonreír ligeramente a Pete. El mayor es tan tonto.
Dejó la nota a un lado y se levantó de la cama.

Vio una sudadera roja y un pantalón de chándal gris doblados cerca del borde de la cama. Porsche debe haberlos puesto aquí para que se los cambiara.

Recogió la ropa y salió del dormitorio. De camino al baño, vio una almohada y una manta en el sofá de la sala de estar. Así que Porsche durmió aquí anoche. Pete se sintió mal por tomar la cama. Hizo una nota mental para disculparse más tarde cuando lo vea.

Pete terminó de hacer sus cosas y salió del baño. No se duchó porque sus heridas todavía se están curando. Mojó una toalla y limpió ligeramente las partes ilesas de su cuerpo.

Ahora tiene que encontrar dónde está la cocina. La idea de salir de la habitación fue intimidante para Pete. ¿Y si se encuentra con ese hombre formidable? A Pete se le puso la piel de gallina con solo imaginarlo. Pero su estómago tenía antojo de comida.

Hizo una muecas y abrió un poco la puerta para echar un vistazo afuera. Parecía seguro salir. Ningún hombre de aspecto malo estaba parado allí. Pete lanzó un soplón de alivio y salió con cautela. Cerró la puerta en silencio como si se preocupara por despertar a alguien.

Pasó de puntillas por el pasillo como un gatito perdido. De hecho, estaba perdido, pero no tuvo el valor de pedir instrucciones a ningún guardia. Parecían estatuas con trajes negros.

Incluso el más mínimo sonido estaba asustando a Pete. Así que cuando alguien le dio un susto por detrás, su alma casi deja su cuerpo.