cotton candy // taekook.

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—Listo, hyung, aquí vas a estar cómodo, yo iré por agua para ti— Dijo Jungkook una vez que dejó al alfa sentado en la cama, su cuerpo agotado por el esfuerzo y muy afectado por las feromonas, con eso camino hacía la puerta para irse y poder respirar —Si necesita algo mandame un mensaje— Antes de que siquiera pudiera abrir la puerta fue aprisionado contra la misma, sintiendo la respiración pesada y el fuerte agarre en su cuerpo.

—¿Quién dijo que podías irte Jungkookie?— Inquirió el alfa dándole la vuelta al omega y presionando sus manos en la cintura cubierta, llenandose del olor a té verde por la cercanía, su lobo controlando sus acciones y su lado consiente no estaba realmente opuesto a ello—No me dejes omega— dio un ligero lameton entre el cuello y la oreja del menor probando el sabor a durazno en su piel, sintiendo el gruñido de satisfacción atorado en el pecho.

—Hyung, tu no sabes lo que haces, no hemos hablado de esto— El olor de Jungkook sólo era un distractor y su voz temblaba de nervios y deseo, podía sentir el deseo de estar con el alfa quemandole en la piel, hirviendole en la sangre y picandole en los dedos.

—¿Hablar que? Yo quiero estar contigo, omega— Le hablo al oído, su labios rozando con su piel mientras hablaba, su mano derecha tomándolo de la cintura y la izquierda sosteniendo su mejilla para mantenerlo quieto —Eres mi omega, mi destinado y te deseo tanto— Murmuró repartiendo besos por el rostro del menor que se derretia en sus manos.

—Pero, Tae, te vas a arrepentir cuando pase tu celo— Intentó débilmente frenar al mayor con sus palabras, el sabia que no lograría nada, que esa era una batalla que se había definido desde que entraron a la habitación pero aún sentía que debía asegurarse, no importa que Taehyung lo tuviera a su merced con solo llamarlo omega suyo.

—¿Arrepentirme? Yo jamás podría arrepentirme, sería un honor para mí poder estar entre tus piernas, bonito ¿Por qué me arrepentiría de eso?— Su pelivis arremetió contra la cadera de Jeon, dejándolo sentir su exitacion aún atrapada en la ropa, sacando el primer gemido de Jungkook que se sonrojo de la vergüenza, aún consiente de lo que pasaba —¿Lo sientes omega? ¿sientes lo duro que estoy por ti?

Jungkook estaba mareado, sentía que le hacía falta el aire en los pulmones, cuando sus labios chocaron con los del alfa para callarlo y no seguir escuchando esas palabras que lo dejaban en vergüenza y al mismo tiempo lo ponían tanto suspiro en satisfacción por el contacto y la cercanía.

—Más te vale no arrepentirte Kim Taehyung— Murmuró en el beso por fin arrojándose al abismo de placer que había pretendido no sentir, si boca y la de Kim teniendo una batalla campal que los dejaba sedientos de más y a total merced del contrario.

Taehyung tomó a Jungkook de la cadera y lo cargo hasta que las piernas del omega le rodearon la cintura, aferrandose al alfa como si su vida dependiera de ello, con el aire caliente y respirando el aliento del otro, Kim llevó a Jungkook a la cama, los acomodo a ambos en una cómoda posición y se permitió disfrutar antes de que el celo comenzará a doler.

—¿Cómo es que sabes tan bien Jungkookie?— Inquirió perdido en el sabor de los belfos contrarios, con las manos inquietas explorando el cuerpo a su disposición y con la lujuria a límite pareciendole irreal lo bien que se sentía solo tocar.

Cuando la ola de calor llegó al alfa y todo su cuerpo ardió y dolió en necesidad Jungkook sentía que fácilmente podría perderse en ese momento, besando a Taehyung, sintiendo a Taehyung, respirando de Taehyung, no había nada más que el alfa en ese momento.

Para Kim era algo más o menos similar, su lobo deseaba tocar, explorar, marcar al omega, hacerlo suyo y que todo el mundo supiera que era suyo, su destinando, su alma gemela, el había nacido para amar y adorar a Jeon Jungkook y quería que todos lo supieran.