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Ya habían pasado unas horas desde que había llegado la niña, y estaba en el sillón comiendo un delicioso sándwich que él mismo le había preparado. Todo mientras veía maravillada televisión.

"¿Cómo sabes que yo soy tu papá en este futuro?" Preguntó llamando su atención. "Digo ya cambiamos el futuro antes, si tu futuro es tan terrible como dices, ¿entonces los Krang vienen a atacarnos?"

Ella tragó la comida de su boca para responderle.

"Lo sé por ¿una corazonada? digo, eres igual a él, mi papá, me cuidaste, me quisiste hasta el último segundo juntos, ¿que es un Krang?" Hablo confundida, ciertamente había escuchado ese nombre antes pero no sabía de qué.

"Bueno eso es otra historia, aún así... ¿Cómo es que puedo confiar en ti, en que me dices la verdad?"

"Puedes, ya que yo no miento, tú me enseñaste a nunca decir mentiras" Le miró a los ojos, levantándose "Y si aún así no me crees, ¡esta es la prueba!..."

Saco un reloj de mano de su bolsillo, abriéndolo para que se viera su interior.

"...Este fue un regalo de uno de mis tíos, y tallaron este mensaje dentro de él" Masticó otro trozo de su sándwich, mientras esperaba que el mayor agarrase el reloj. "..El clan Hamato nunca morirá mientras haya alguien para honrarnos"

Raphael tomó el objeto con sus manos analizándolo por completo. La tapa tenía el emblema del clan Hamato y en su contraparte un mensaje, uno que conocía a la perfección.

La niña fue repitiendo la escritura "Realmente no se que significa, aún así siempre me lo repetías, ¿ahora me crees?"

Se acercó a él con ojos de cachorro, él mayor asintió sin saber que hacer ni decir. No había dudas de que ella realmente decía la verdad. Pero no era eso lo que importaba, si no que el saber que eran los próximos monstruos que hacían peligrar la seguridad de su familia.

...

"Llegó la hora de que nos expliques Rapha, ¿quienes son esos niños?"

"Más bien, ¿de quienes son?" Dijo su padre confundido.

Aún así, nada tenía lógica, su hijo mayor no era así, pues era un ejemplo para el resto. No por nada había sido líder/mamá del grupo la mayor parte de su vida, y era algo que lo enorgullece como padre de otros tres adolescentes revoltosos.

Si ahora Leo estaba como líder, era para que este tomara un descanso y que azul aprendiera sobre la responsabilidad y peso que era llevar un equipo. Pronto y con algo de suerte, se arrepentiría por todos los años que estreso a Raph con cada una de sus tonterías.

La rata mutante devolvio su vista a Raph, su hijo estaba más que nervioso. Pero era algo que tenía que afrontar, al menos hasta que soltase la tapa de la olla.

"¿Por qué les dijo papá a ambos?" Cuestionó Casey extrañado, bueno, ¿por qué no? Eran hermanos después de todo y que a ambos la niña los tratase como padres, era como mínimo raro.

¿¡SOMOS PADRES!?****Donde viven las historias. Descúbrelo ahora