Juega conmigo, con mi mente, sabe que no tengo nada, ni una sola pista.
Los minutos se vuelven horas, las horas días y los días semanas y nada, ni un indicio, reviso lo poco que hemos encontrado desde que comenzaron los asesinatos y sigo sin entender, como puedo decir que soy un detective cuando ni siquiera sé por qué lo hace, por qué asesina a estas chicas, cuál es la relación que tenia con ellas.
Las noticias de todo el país ahora solo hablan del asesino de Santa Fé, el jefe Medina me está presionando por resultados, algo, cualquier cosa Morrison, los medios me presionan, el alcalde me presiona, las familias de las víctimas me presionan, encuentra a ese bastardo o te saco del caso, fue lo último que me dijo antes de salir de su oficina está mañana para atender otra oleada de periodistas.
Escuché en los rumores de pasillo que el alcalde pediría la ayuda del cuerpo de investigación externo si no producimos resultados.
_esto es una mierda_ dije más para mí que para alguien mas. Pero Campbell escucho, levanto la mirada del montón de fotos de las escenas y me miró con el ceño fruncido, sus gruesas cejas se juntaron tanto que parecían una sola, hubiera sido gracioso, incluso atractivo si no fuera por la situación
_¿Que pasa?
_ Es Medina. Quiere resultados, un sospechoso al menos.
_Es imposible cuando no nos deja ni una sola pista_ dijo mientras colocaba la foto en su mano sobre la mesa y se recostaba en su asiento, los huesos sonaron en protesta mientras cambiaba de postura, se llevó una mano a los ojos y con los dedos gordo e índice se apretó el puente de la nariz, necesita usar lentes, el lo sabe y aún así no hace algo al respecto.
_dicelo a él_ estaba perdiendo mi paciencia, me quito el saco y lo coloco en el respaldar de la silla en mi escritorio y camino hacia Campbell, observo las imágenes, todas mostrando algo en específico y nada a la vez. _,¿Que has encontrado?
_Nada_ responde con un suspiro y mira para otro lado, imagino que por vergüenza, no es su culpa pero tampoco se lo digo. Me quedo callado.
La oficina de investigaciones lanzo un comunicado hace días pidiendo a la población que se mantuviera alerta, en especial a las mujeres blancas de edades comprendidas entre 25 y 40 años.
No era seguro vagar solas por las calles, jamás lo fue, pero ahora, en estos momentos, hay un depredador que no le tiene miedo a la luz del día, y podría cazarlas en cualquier momento.
Me preocupo por Laura. Ella siempre está sola en casa, me dijo que estaría bien, aún así siempre la llamo y le pedí que no saliera sola. No puedo protegerla si estoy lejos.
El día llegó a su fin, no avanzamos nada con el caso. Solo podemos esperar correr con suerte y que el idiota cometa un error, cualquier cosa por más pequeña e insignificante que se sea puede hacer la diferencia.
Llevo a Campbell a cenar, Laura fue amable, siempre lo es, Campbell se comportaba más ameno a su alrededor, era más suave. Un día, hace mucho, le pregunté por qué.
_¿Me quieres quitar a mi esposa Campbell?_ pregunté seriamente, estaba bromeando. Pero el no tenía que saberlo, Laura era mi vida y yo era la suya, Campbell no tendría oportunidad aún si lo intentará.
Se ahogo con su propia saliva. Abrió mucho los ojos y la boca, se quedó en shock por un momento y cuando se recuperó. Vi la tristeza en sus ojos. _me recuerda a mamá._ dijo. Y lo deje, sabía que su madre había fallecido hace años, pero el aún guardaba su luto, después de que ella se marchó con el señor. Campbell quedó completamente solo y devastado, no podía hacer nada contra él indefenso de tal manera, no lo volví a comentar desde ese día, y Campbell siguió viniendo a cenar.
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El asesino de Santa Fe
Short StorySanta Fe es un pueblo apacible donde las familias conviven en paz, hasta que extraños asesinatos comienzan a ocurrir. El miedo y la ansiedad abundan y nadie está a salvo, es cuestión de tiempo para que todo el pueblo entre en pánico y es el deber de...