Bajo Contrato ✦ kookmin fanfic.

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Pese a ser uno de los restaurantes más famoso de la ciudad al recibir celebridades de todo tipo, les gustaba mantener la privacidad de sus clientes, por lo cual los empleados no debían exaltarse o compartir en redes algún dato al respecto. De hecho, aquel ítem estaba detallado en primer lugar en el contrato que firmaban al tener el empleo, ya sea de manera en atención al público o como chef. Nadie debía decir ni hacer nada si alguna celebridad decidía asistir.

NamJoon horas antes había estado en contacto con sus amigos para darles la dirección del lugar favorito de JiMin, además en éste mismo trabajaba un viejo amigo suyo, y por el cual escondía viejos sentimientos que por desgracia y bajo suma timidez, nunca había sido lo suficientemente valiente para decirle. SeokJin como de costumbre les reservó una de las mejores mesas, zona exclusiva y privada, y el alto le agradecía cada vez que tenía aquel gesto.
Al bajar de la camioneta, las miradas de los peatones fueron directamente al rubio que se adentraba al restaurante, los murmullos y codeos no tardaron en aparecer, el joven ídolo no pasaría desapercibido por más que quisiera.

— Muy buenas noches señor, sígame por aquí —exclamó SeokJin en cuánto ambos muchachos se encontraron en el recibidor.

A la joven celebridad le molestaba demasiado cuándo le llamaba así, pues de los dos el mayor era el joven de traje y corbata, no él. Pero entendía que eran protocolos del lugar, que a quién entrase se le trataba de usted en todo momento e incluso les estaba prohibido mirar a la cara a la clientela.

— Agh, nada de señor, o le diré a NamJoon que no te dé la propina de siempre... —aprovechando la cercanía entre ambos susurró aquello, además de que su amigo se encontraba algo lejos.

El pelinegro rio por lo bajo, pues vagos recuerdos de años atrás se cruzaron por su mente mientras atravesaban unas cuantas mesas hasta llegar al reservado. Sus colegas ya le esperaban en dicha mesa, por lo que al verlo YoonGi comenzó a aplaudir, mientras que Hoseok se ponía de pie para abrazar al rubio. Aquel tipo de muestra de afecto no era muy de su agrado, de hecho, ninguna, por lo que se quedó inmóvil mientras miraba fijamente al contrario que poco a poco dejaba de aplaudir.

— No seas aguafiestas, sólo festejaba la llegada de mi mejor amigo —el peliblanco extendió su puño, lo cual JiMin correspondió al chocarlo.

Los recién llegados tomaron asiento en silencio, no hacía falta que les trajeran el menú de la casa, pues SeokJin sabía lo que pedían siempre que iban, que bebían, aperitivo e incluso en ocasiones algún postre. Éste se dirigió a la cocina una vez que todos estuvieron sentados, llevándose la mirada de un NamJoon enamorado por sus espaldas, aunque claro, no era consciente de esto.

Al entrar a la recepción de la cocina todo era una nube de balbuceos, el cuál fue acallado ante su presencia seria y pulcra en la puerta.

— ¡TaeHyung!

Llamó, e inmediatamente las miradas fueron directamente al peliazul que se encontraba limpiando las copas junto a su compañero, JungKook incluso quedó mudo con la vista puesta en su amigo. Seguramente había metido la pata en alguna cosa.
TaeHyung le extendió la copa al contrario y como un haz de luz se paró frente al alto quién ahora, observaba un listado que solía llevar toda la noche desde que abría el restaurante.

— Tus mesas de hoy se las pasaré a... ¿Cómo se llama ese muchacho que está siempre contigo? ¿Jong? —exclamó sin siquiera mirarle mientras anotaba en sus papeles.
— Jeon, señor —corrigió, por lo que Jin elevó la mirada en ese momento.
— ¡Jeon JungKook! —habló buscándolo con la vista, el nombrado asintió dándole a entender que tenía toda su atención al voltear en su dirección— Tendrás la mesa diez, ocho, catroce, veintitrés y treinta más las que ya te corresponden.