No te mereces todo

Una vida contigo (I)

Tadano se encontraba dormido con los ojos algo hinchados por las lágrimas que derramo el día anterior, por un momento su vida se hizo pedazos por poco experimenta lo que es perder al amor de tú vida en un fugaz momento, para su suerte Shoko Komi viviría aunque no podría valerse por ella misma... eso poco le importaba a Tadano simplemente quería que estuviera bien, que siguiera com ganas de vivir para poder estar a su lado. Cuando el joven despertó lo primero que hizo fue mandarle un mensaje a su mejor amiga - Lamento no haberte agradecido por lo de ayer Onemine, en verdad salvaste a Shoko - hubo un silencio seguido de unas palabras llenas de dolor - de haber estado yo solo ese día, no se si habría podido con todo... en verdad gracias por quedarte con nosotros, no sabes cuanto te lo agradezco - fue lo que le mando a su amiga Nene.

- Hitohito - habló la madre de Shoko - muchas gracias por ayudar a mi pequeña, para nuestra suerte esa niña loca... ya no molestará más, solo eso debes de saber, pronto va despertar Shoko - se sienta al lado de Tadano - hablé con mi hijo y mi esposo, todos estamos de acuerdo que seas tú la primera persona con la cual Shoko pueda hablar - habló en un tono sereno.

- No podría quitarles ese privilegio, en verdad estoy bien con solo saber que ella se encuentra fuera de peligro - Tadano estaba avergonzado por la proposición - me imaginó que ustedes quieren hablar con ella...

- Si no fuera por ti y tú amiga mi hija ya no estaría aquí... no es una pregunta Hitohito, por favor, ve tú primero - su tono de voz era serio.

- Si, eso haré, muchas gracias en verdad - aceptó un poco apenado.

- Mi pequeña ya no podrá caminar por el resto de su vida, tú no tienes la culpa en nada de esto solo esa niña loca... así que no te culpes por nada, solo tengo una pregunta para ti ¿Vas a cuidar de ella? - preguntó entre lágrimas.

- Hasta el fin de mis días - respondió sin dudar.

- "Si tan solo no fuera casada" - pensó la madre de Shoko.

- Shoko acaba de despertar - el doctor que le había atendido se lo anunciaba a los dos - esta estable aunque les pido por favor no alterar su estado, podría ser peligroso para su salud -.

Sin más Tadano camino hasta la habitación de Shoko y fue donde tuvo que contener sus lágrimas al ver nuevamente el pésimo estado en el que se encontraba; estaba llena de heridas y 'moretones' sin mencionar el hecho de que sus piernas ya no podrían ser de utilidad.

- Tadano... - fue lo único que pudo decir la joven al ver como su novio entró a la habitación.

- Komi... no sabes cuanto me alegra tener la oportunidad de poder volver escuchar tú voz - Tadano simplemente no pudo contener las lágrimas - estuve tan preocupado por ti, pero me alegra mucho ver que vamos a poder estar juntos...

- No quiero... yo - Shoko trataba de decir algo muy importante pero no podía, sus heridas nada tenían que ver, si no más bien era su propio miedo - quiero verte siendo feliz - por primera vez Shoko decía una palabra fluida - Hito~hito q-quiero ver~te sonreir... - Komi comenzó a llorar - no quiero, no quiero que, te sien~tas obli~gado a estar... conmigo -.

- ¡Shoko yo te amo y eso jamas va cambiar! - Tadano se dirigió hacía la cama y tomo con sutileza la mano derecha de su amada - y quiero que sepas que estoy contigo porque eso es lo que me exige mi corazón; no por lástima, mucho menos por obligación... solo por amor quiero estar contigo -.

En una historia más de dos jovenes que encuentran el amor este sería un buen cierre para decir "Y vivieron felices por siempre"  pero en esta historia este para nada es el final, pues hay una tercera persona que perdió su sonrisa. Onemine realmente perdió esa chispa enérgica al saber la respuesta de Tadano ante sus sentimientos en el día ds SanValentín, se debe aclarar que en verdad estaba feliz por la vida que formo junto a Shoko Komi luego de aquel día, pero muy en el fondo ella sabía que jamas podría volver amar alguien como si lo hizo con Hitohito, pero no podía simplemente arrodillarse y llorar como un alma en pena, debía mejorar por su propio bien y eso fue lo que hizo...

En la graduación de los jovenes de su generación sus amigos y ella se despedían con entusiasmo de Academia Itan con alegría, fue ahí que Onemine y Tadano hablaron por última vez en un largo tiempo.

- Hitohito Tadano el chico más deseado de dos academias - se burló Nene de su mejor amigo - ahora veo que no solo yo noté lo especial que eras - sonrió como una manera de burla.

- Jaja - reía nerviosamente - no digas eso Nene, aunque por favor prometeme que seguiremos en contacto, me dolió un poco que dejáramos de charlar desde aquel día - habló en un tono más serio.

- Lo lamento en verdad Hitohito, desde ese audio que mandaste no tuve el valor de mirarte a ti y mucho menos el coraje de ver a Shoko a los ojos, no quería ser una molestia más en su relación, creía que eso era lo mejor - dijo con la voz un poco quebrada aunque en verdad se esforzaba por no llorar en aquella azotea en la cual ambos decidieron despedirse el uno del otro.

- También fue mi culpa que perderíamos contacto estos últimos dos años Nene, estuve tan ocupado cuidando de Shoko que ya no tuve tiempo para más cosas... se que pese a todas las dificultades que viviré junto a Shoko seré muy feliz, encontré mi felicidad así que de todo corazón espero que tú también encuentres la tuya - Tadano abrazo por última vez a su gran amiga Onemine, a quien consideraba una hermana - lamento mucho a ver sido él motivo por el cual  caen lágrimas en tú rostro -.

Efectivamente sin darse cuenta Onemine estaba llorando - Grandísimo tonto, haces más difícil esto de lo que ya es... por favor cuida de mi amiga y si necesitas de mi ayuda sabes que estaré siempre apoyando a los dos, no debes preocuparte por mi soy yo, estaré bien...

- No puedo mirar para otro lado mientras veo que tienes mucho trabajo, mi corazón no me lo permite -

Onemine recordó esas palabras y supo exactamente que contestar - Eres la persona más dulce que he conocido...

Con un fuerte abrazo y esas palabras que ambos se dijeron la primera vez que se vieron por fin tuvieron la fuerza para despedirse por un tiempo terminando así una etapa de sus vidas muy bonita; ambos lograron encontrar buenos empleos con los cuales pudieron vivir felices comprando monos chinos y jugando entre ellos de vez en cuando, pero paso mucho tiempo para que los dos pudieran verse de nuevo.

Pero como dije este aún no es el final de esta historia, aún queda una prueba más que deben superar para poder encontrar la felicidad en esta vida...