𝐋𝐀𝐒𝐓 𝐂𝐇𝐑𝐈𝐒𝐓𝐌𝐀𝐒 ⸺ Soojun

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Cuando los cascabeles suenan, Yeonjun sabe que se le hace tarde para llegar al hogar de Kai y escuchar su característico discurso navideño.

Sus pasos se apresuran y una gota de sudor baja por su frente y odia haber dejado la vida saludable porque le molestaba levantarse temprano para entrenar con TaeHyun, le debe una disculpa sincera, pero cree que para todo hay tiempo y claramente no existe el momento adecuado para decírselo. Aquel pensamiento hace que se encoja de hombros mientras llega hacia la puerta de la casa, la cual no duda en tocar con fuerza, asustando a quienes seguro han llegado más temprano que él.

Sin embargo, los minutos pasan y no recibe respuesta alguna y teme haberse quedado solo en vísperas de navidad solo por tardar demasiado. No es hasta quince minutos después que obtiene una pequeña vista de Beomgyu abriendo con cautela, el menor lo escanea con la mirada, esperando alguna imperfección para hacer algún comentario hiriente, pero al no encontrar nada, lo deja pasar.

-Parece que no te has bañado en dos semanas. -Yeonjun hace un ademán con la mano, riendo un poco mientras rodea el hombro de Gyu con su brazo. Siempre se siente bien estar cerca de sus mejores amigos y ser parte de una sesión de insultos con el pelicastaño criticón. -Apesta a perdedor.

Beomgyu revolea los ojos y reprime una risa, fingiendo molestia y seriedad con el mayor. -Tú apestas a viejo solterón y virgen.- Yeon se tapa el rostro, dejando entrever una sonrisilla para despistar a su mejor amigo de su triste realidad: la soltería a sus 23 años.- Kai te va a matar por llegar tarde, ¿qué estuviste haciendo?- Cambia de tema como si se tratara de cualquier cosa e inquiere las acciones del pelinegro.

-Siendo parte de un sistema capitalista que exprime al obrero hasta las lágrimas, pero hey, al menos me van a pagar las horas extras.- Pero hay algo más que el mayor no le ha contado, pero tanta es su vergüenza al respecto que solo atina a esconder una pequeña cajita dentro de su chaqueta mientras hablan.

Estando distraído no se percata de la curiosa presencia de un alto joven con gafas que acaparan la mitad de su rostro, ni mucho menos presta atención a cómo este se acerca lentamente y pica las costillas de Yeonjun, haciéndolo saltar y tirar la caja hacia el suelo. Soobin la levanta con cuidado y la ojea por un momento, esperando encontrar algo malo, pero su análisis acaba con prontitud ya que el mayor tira de sus largos brazos y el objeto se pierde entre las delgadas manos de este. -No toques. -Jun parece enojado y eso lo hace preocupar, no entiende qué hizo mal, pero no desea presionarlo a limites que su hyung no podrá soportar, así que simplemente lo saluda, como si nada hubiera sucedido.

Yeonjun desea hacer algo más que estar molesto, pero de sus labios solo escapa un suspiro cansino. El estrés laboral y las pocas horas de sueño habían resultado en un pequeño obsequio para su persona especial, pero ahora mismo solo sentía que lo había arruinado todo en un abrir y cerrar de ojos. No, no puede estar irritable en un momento así, razón por la cual no duda en pedir disculpas y ahora abrazarlo, deseándole una buena navidad.

Soobin lo hace suave y moldeable como un malvavisco y lo derrite como si se estuviera bañando en chocolate caliente. Yeonjun es un hombre débil cuando el rubio lo mira con esos ojos tan curiosos y con ganas de comerse al mundo. Y en ese abrazo tan dulce, cree que puede quedarse así hasta que su cuerpo se adormezca, así al menos tendrá una excusa para que el menor lo sostenga con la delicadeza y cuide de su existencia. Aunque Jun ha olvidado algo importante: la fiesta de Kai, la dichosa fiesta en la que se encuentra pero no puede recordar nada al respecto mientras se encuentre entre los brazos del menor.

Y como todo sube, tiene que bajar.

Kai los interrumpe con una falsa tos para llamar su atención, cosa que logra con dificultad, terminando por intervenir para despegar al par rubio y negro, los jóvenes que son tal para cual. No es muy fácil pero se lleva y roba del tiempo del mayor del grupo para saludarlo y casi insultarlo por llegar tarde y no ayudar en nada en la celebración.