Sin Tú Mirada

"Quédate"

El aire comienza a escasear, nuestras manos desean explorar más allá de la tela y estamos dispuestas a hacerlo, hasta que una pérdida de equilibrio se encargó de recordarnos que estamos literalmente sentadas en el aire, una carcajada y un abrazo se encargaron de sellar el momento. Luego de un largo silencio y caricias tendidas debajo de nuestro árbol, llega la hora de la despedida...

Natalia: ¿Por qué esa carita?

Nicole: Porque no sé cuándo te vuelva a ver

Natalia: Cuando me vuelvas a necesitar -deposita en beso en mi frente-

Nicole: ¿Y tú cómo sabes cuándo te necesito?

Natalia: Es cosa mía -rie- anda ven aquí -sostiene mi cintura y me sienta sobre sus piernas- ¿No te parece que hay que hablar de algo?

Nicole: Mhm, ¿Que somos?

Natalia: Te responderé con otra pregunta, ¿Estás dispuesta a dejar a tú esposo y venir conmigo, comenzar una vida desde cero?

Nicole: Natalia...

Natalia: ¿Que?

Nicole: No puedo hacer eso, ¿Que va a decir la gente?

Natalia: No se, no me importa -me levanta de sus piernas con delicadeza- yo vivo la vida, no vivo las palabras de la gente, ni un amor a medias

Nicole: Dame tiempo por favor

Natalia: Cuando quieres a una persona no lo necesitas, y respondiendo a tú pregunta, somos un par desconocidas muriendo de ganas por amarse -susurra sobre mis labios-

Nicole: Solo te pido un poco de tiempo -suspiro acercándome más a ella-

Natalia: La felicidad no se piensa, cuídate -besa mi frente y se marcha-

POV Natalia:

Ese último beso en la frente fue un mensaje sin voz, un "pronto volveré" y se preguntarán ¿Si volverás para que te has ido? Pues es sencillo, me he ido para poner a prueba sus sentimientos, y enseñarle a sostener fuerte lo que le hace feliz haciendo caso omiso a la sociedad. No voy a negar que se me ha estrujado el corazón al ver esos ojitos empañados, pero valdrá la pena.

Laura: ¿Stai scherzando conmigo? -avienta su zapato en dirección a mi-

Natalia: No, no estoy bromeando Lau -reí atrapando el zapato-

Laura: ¡No, no muy mal Natalia, muy mal! -arquea una ceja- ¡Sei una donna pazza!

Natalia: La locura se hereda querida amiga, y más si compartes piso con una italiana

Laura: Yo estoy loca, pero tú realmente estás chiflada -me apunta con su dedo índice, cabeceando varias veces-

Natalia: ¡Ya basta de regaños signorina Laura!

Laura: ¡Estás chiflada, chiflada! Dejas a tú relación de casi 6 años por una mujer que acabas de conocer y luego te besas con la desconocida, te pide tiempo y la dejas con la palabra en la boca -habla lo más rápido que puede, haciéndome estallar en risas con su rarísimo acento-

Natalia: Exactamente -intento ahogar las carcajadas-

Laura: ¿Y te ríes? Pobre mujer en serio