🍷Día 1🍷

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Atsushi había llegado a la cabaña dónde vivía con su pareja, sería una noche como cualquier otra de no ser por el estado en el que se encontraba el albino. Camisa rasgada, respiración jadeante por haber corrido una larga distancia, el collar de frasco que colgaba sobre su pecho junto a unos ojos más dorados de lo usual, y por supuesto, su cuerpo a media transformación de tigre.

Fue recibido por la curiosa mirada del vampiro frente a él, había algo más en ese par de orbes grises y penetrantes que te carcomian en el lugar, Akutagawa no solía poner una expresión de sorpresa y una sonrisa de lado sin ninguna razón.

-Volviste, te esperaba para que fueramos a cazar juntos.

-Oh ¿Ya se han agotado las reservas?

-Sí.

-Ya veo, al menos deja que me cambie de ropa y-

Antes de terminar de hablar, el de cabellos oscuros había empujado al otro a la pared más cercana, apegándose a su cuerpo sin romper el contacto visual en ningún momento.

-¿Sabes? Creo que podemos esperar para ir a cazar, ahora mismo tengo a una presa mucho más interesante frente a mí.

Akutagawa había empezado a recorrer el pecho del tigre con sus uñas, haciendo pequeños rasguños que sangraban bajo su tacto, siempre le había gustado como al cambiar de forma los músculos de Atsushi se veían más definidos y deliciosos para él, quién había empezado a deslizar su lengua sobre la piel desnuda, saboreando la sangre fresca de cada corte, sintió un par de manos tomarlo por su delgada cintura y mantenerlo en el lugar.

-Estas olvidando que algunas presas luchan por escapar, Akutagawa.

De un movimiento imprevisto, el tigre invirtió sus posiciones, adquiriendo algo de control sobre el otro al ubicarlo contra la pared, puso una mano bestial sobre el cuello del otro, susurrandole cerca de su oído.

-¿Quién es la presa ahora?

-Tal vez... No sería tan malo ser devorado por un tigre, uno como tú al menos.

-Eso quiere decir que te comportaras para mí ¿Verdad, cariño?

Sin esperar una respuesta, el depredador junto sus labios con los del contrario, notando como los brazos del otro lo atraían hacía si, subiendo la intensidad de los besos a medida que las uñas de clavaban en la extensión de su espalda de manera intencional. El más bajo gimio adolorido al sentir un corte particularmente profundo, momento en que la lengua ajena se abrió paso a su boca con ansias de explorar la zona, las lenguas se encontraban mutuamente, produciendo sonidos húmedos que llenaban el ambiente.

-Desnudate.- Tras esa orden, el de cabellos oscuros obedecía con una ligera sonrisa, desabotonando su camisa blanca de volados, haciéndola caer por sus hombros hasta llegar al suelo, dejando ante la vista del otro su blanquecina piel, donde resaltaban sus dos botones rojos.

-Tan lindo, sólo para mí.

Algo que Nakajima amaba hacer debido a su naturaleza felina, era morder, y muy en específico morder a su pareja, por lo que empezó a llenarle los hombros y el pecho de mordidas mientras acariciaba su vientre, obteniendo unos lindos jadeos al hacer tales acciones.

-¡Ah!

El más alto había gemido por la fuerte mordida que recibió en la cintura, que seguramente dolería con intensidad cuando Atsushi lo sujetará de ese lugar para follarlo como un animal.

-Espera, quiero hacer algo.

Comentó el vampiro, deslizando su cuerpo por la pared hasta quedar sobre sus rodillas, se aventuró a desabrochar el pantalón de su amante y bajarlo junto a su ropa interior, apreciando la vista de la semi erección que había descubierto bajo las prendas. Con suavidad envolvió el miembro con su mano, haciendo movimientos de arriba hacia abajo hasta que se levantará en su máximo esplendor.

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