#BottomAkuWeekend

🤍 Día 2 🖤

-Déjame en paz ¿Quieres?

-La verdad es que no, no quiero dejarte solo esta noche.

Exclamó el íncubo de cabellos blancos y prendas negras, increiblemente atractivo con los arneses de cuero sobre su cuerpo y su sonrisa demoníaca.

El contrario a él, aquel chico que no era un humano ni un ángel, yacía sobre su cama hecho un ovillo, dándole la espalda al otro, molesto y decepcionado.

-Necesitas algo de compañía ¿No te parece, lindo?

-Tal vez, pero tú nunca serías mi compañía deseada, ahora vete.

-Oh, es que no me quieres a mí, tu quieres a alguien más.

Cuando el azabache de puntas blancas se levantó para apagar la luz, se quedó en el lugar al escuchar una voz tan conocida y anhelada para él.

-¿Ahora te interesó más, Akutagawa?

Al voltear pudo ver la viva imagen de aquél hombre al que le pertenecía ese característico tono de voz, ese castaño de vendas con una sonrisa coqueta, por un momento sintió que le faltaba el aliento, momento en que otra la figura decidió avanzar.

-No te acerques, tus sucios trucos no van a funcionar conmigo.

En un abrir y cerrar de ojos, la anterior apariencia y la poca ropa que usaba volvía a estar sobre el cuerpo del albino que era más bajo que Akutagawa, quién se había acercado a invadir su espacio personal.

-Puedo sentir cuanto deseas a Dazai ¿Lo sabes, verdad? Sabes que alguien como él nunca se interesaría en ti.

-Eso no es de tu incumbencia.

-Noche tras noche, intentando ganar su amor, solo para verlo traer a ese pelirrojo junto a él, como su única mano derecha, el hombre que posee su corazón y su cuerpo.

El silencio fue la respuesta que el más alto brindó, odiaba el hecho de que cada palabra dicha con malicia fuera tan jodidamente cierta, alguien como él nunca podría competir con ese extranjero que tenía el mismo mar en sus ojos, aquél que era tan especial para Dazai, tanto que fue a buscarlo personalmente para mantenerlo a su lado en la empresa que dirigía.

-Cállate.

-Y luego los viste besarse, pero estaban tan perdidos el uno con el otro, que ni siquiera notaron tu presencia por un solo segundo.

-¡Cállate! -Gritó, yendo contra el otro para golpearlo y hacer que se tragará sus palabras, que se mordiera la lengua de serpiente que tenía y se muriera por su propio veneno. Solamente que estaba en gran desventaja, ya no habían rastros de sus poderes angelicales más fuertes que lo hacían menos vulnerable, en su lugar estaba un frágil cuerpo humano y su habilidad para ver al aura de los demás, la caricia con el poder de calmar tampoco era algo que le sirviera en estos momentos.

Atsushi atajó el golpe que se acercaba a su rostro con furia, con la mano de vendas y ojos avellanas que harían que el otro lo mirará más de una vez.

-¿Realmente quieres hacerme daño, Ryu?

-¡Cállate! ¡No uses su apariencia! ¡No eres él!

El íncubo dejó de infiltrarse en la imagen ajena, para tomar con violencia al otro de las muñecas y empujarlo a la cama para subirse encima, reteniendolo en el lugar sin despegarle los ojos un segundo.

-No, pero un corazón roto no distingue la realidad de la ilusión, solo quiere creer ciegamente en lo que ve, en su última esperanza.

Sin dudarlo Atsushi le empezó a lamer el cuello, deleitandose con la resistencia que estaba poniendo el otro, pero no era suficiente, razón por la cuál decidió apresar ambas muñecas pálidas con solo una de sus manos, después de todo tenía un nivel de fuerza que le permitía hacer eso con facilidad.