Me encontraba nuevamente en lo más profundo del bosque, recolectando las hojas medicinales para Sarah, dando un tirón de vez en cuando para que las malezas se desenredaran de mis vendajes
Una vez que tenía sufrientes hojas me arrodille, en forma de respeto al bosque y dando un "gracias "apenas audible. Me encamine al pueblo, un camino que sabía de memoria después de tantos años con vida
Una vez en la entrada esperé a los guardias pacientemente al frente de la muralla de madera, a los minutos vi como un casco se asomaba por el borde
- oye viejo cada vez te vuelves más lento – Radrik, practicante yo lo crie y me llama viejo
- Tal vez, este viejo te tiene que mostrar que tan lento es – dije en forma de broma, nos quedamos unos segundos mirándonos, se podía sentir la incomodidad – ¿me vas a abrir la puerta? – la incomodidad seguía, gire mis ojos – por favor
En respuesta subió su casco para mostrar una amplia sonrisa, a pesar de que ya esté en sus 40 lo seguiré viendo como el pequeño juguetón que crie
Radrik me saco de mis pensamientos con el ruido del porto abriéndose – sigues con esos ataques de nostalgia, eh – yo solo le sonreí, él se dedicó a inspeccionarme con la mirada, su mirada se detuvo en la canasta- eso es para ... - no se atrevió a continuar, yo solo asentí y sin darnos cuenta a ambos se nos fue borrando la sonrisa, entramos y el cerro
En forma silenciosa avanzamos, cada uno de los habitantes me daban un pequeño saludo, después de todo, yo crie a cada uno de ellos, desde los más grandes a pequeños, de elfos a goblins
En el medio del pueblo había un árbol gigante, una casa de madera estaba construida sobre este, camuflada por las ramas descuidadas
Subiendo las escaleras de caracol, me encontré con una puerta maltratada por el paso del tiempo, este rechino al abrirla
La vista al frente mío me partía el alma
Mi amada Sarah luego de más de 200 años, seguía conmigo, pero su cuerpo ya no era más que solo una pequeña sombra de lo que alguna vez fue, allí recostado en su cama
- Tú y tus pensamientos filosóficos – se notaba en su voz que le dolía solo el hablar. ya me había olvidado de su habilidad mental – claro que te olvidaste, tu siempre fuiste muy olvidadizo en lo que se trata de habilidades – su respiración estaba acelerada, como si hubiera corrido de un dragón
- Cómo te sientes querida – no me respondió – que estúpido de mi parte, obviamente estas cansada, pero tranquila, mira lo que tengo aquí – puse adelante la canasta con las plantas, solo su pecho se movió de arriba abajo – eh ... bueno, con esto te preparare un té muy sabroso, con tres cucharaditas de azúcar, como te gusta –
Mi pecho dolía con cada respiración, evitaba a toda costa llorar, puse agua a calentar y a paso rápido busqué las tazas
- ¿Estoy muriendo ... no? – esa maldita pregunta me rompió, no aguante más las lágrimas – tranquilo, puedes llorar – mi arrodille al costado de la cama, con cuidado tome su mano, entre sus dedos había un anillo hecho de oro
Mi respiración era más agitada que la de ella, estaba hiperventilando, un calor me tranquilizaba
- Gracias –era otra de sus habilidades, lo sabía por las incontables veces que me tranquilizo de esta forma, pasaron unos minutos y escuche como el agua hervía
Coloqué unas hojas en la taza y poco a poco puse el agua caliente, una sensación furia paso por todo mi cuerpo
Lo que había estado rechazando paso, ella murió a sus 235 años
Deje la taza en la mesa, tome una silla y la arrastre hasta quedar al lado de su cama y me quede allí por horas, no era la primera vez que veía a alguien cercano a mi morir, pero aun así dolía demasiado
De su mano le saque su anillo y lo coloque en mi frente, concentrando mana en este, se hizo presente su último deseo
"Recuerda"
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Errante eterno
FantasyUn ser maldito tomando su antiguo camino con el comienzo de la perdida de la persona que mas amaba