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— Recuerda lo que hablamos en casa, Jimin — volvió a repetir su madre a lo que él solo asintió sin tomarle mucha atención.

Todos sus sentidos lo único que podían captar era a esa enorme construcción elegante situada al frente de él.

Era impresionante.

Abrió su boquita y llevo sus manito a su rostro con una expresión exagerada de sorpresa.

— Mencioné que no copies los actos de televisión, hijo — quería evitar que su hijo recibiera malos comentarios por su notoria condición.

— Mira mami, ahí dice el apellido del señor ojos de Bambi — exclamó más emocionado.

Sin hacerse esperar más, entraron a las instalaciones donde fueron dirigidos por una amable mujer donde sería el estudio para las fotos.

Jimin se notó tenso al ver la gran cantidad de personas que habían en el lugar.

— Hola Jimin, señora Park — saludo Namjoon — Jungkook ya viene en un momento.

Jimin como siempre, dirigió su mirada hacia un costado y solo asintió soltando un suave gracias.

— Hola tú debes ser el modelo — dijo una joven — ven, tenemos que cambiarte.

Junto con su madre fueron a probarle diferentes prendas de estilo navideño para la sesión.

— Se te ve muy bien, este conjunto será para la primera plana — Jimin la escucho sin entender — ya estamos listos, solo un poco de maquillaje y comenzamos.

La chica probó diferentes tonos en la piel de sus ojos, muchos labiales y contorno su rostro sutilmente.

Se veía muy bonito, la imagen que proyectaba el espejo, le gustaba.

— Bonito, muy bonito, me gusta — su madre veía emocionada a su hijo, estaba haciendo algo diferente y parecía no estar asustado en lo absoluto.

Era un paso más para él.

Los chicos que lo atendieron se retiraron y su madre también por una llamada.

❄️❄️❄️❄️

— Woow — Jungkook había entrado al camerino sin tocar.

— Señor ojos de Bambi, me veo muy bonito, me gusta — le hablo con una gran sonrisa logrando que sus ojitos se convirtieran en medialunas.

Jeon siguió con la boca abierta mirando al joven frente a él.

Jamás había sentido ganas de llorar por ver tanta belleza, pero es que era casi inaudito que este joven recién se presente en un trabajo de modelo cuando lo tenía todo.

— Señor Jeon, la sesión empezará en media hora — al escuchar otra voz salió del trance.

— Jimin, firmaremos el contrato de tu trabajo, acompañame — ni siquiera supo cómo su voz salió tan natural.

El joven asintió contento como un niño.

Llevo a Jimin a su oficina y le tendió el contrato para que pudiese firmar.

El documento traía un montón de palabras que Jimin pudo entender, después se todo Jeon había redactado de la forma más específica para que el chico entendiera.

— Me parece correcto, está todo conforme — repitió de nuevo una frase que había escuchado por ahí.

— Tu paga — Jeon le tendió un cheque, normalmente se pagaba después de trabajar. Pero no quería que Jimin piense que no le pagaría después, porque la sesión duraría mínimo tres días.

Jimin vio el papel rectangular blanco que Jeon le dio como pago.

Esto es una esfata, es una esfata.

— Esto es una esfata señor — Jimin con molestia rompió el papel en miles de pedacitos.

La madre del joven que había entrado hace unos segundos veía como su niño destruía el cheque.

— Jimin para — dijo sería la madre.

— ES UNA ESFATA, MADRE — Jimin no dejaba de sentirse molesto.

— No, no es ninguna estafa, esto — la madre tomo los papelitos — también es dinero, acaso no recuerdas esa película que vimos ayer.

Jimin recordó como el hombre millonario repartía papelitos con números a sus empleados como pago.

— Lo siento — se vio arrepentido.

— Yo no te expliqué antes, también tengo algo de culpa — por alguna razón Jeon no soportaba ver esos ojitos tristes.

— Yo también lo siento — la señora Park junto a su hijo le hicieron una gran reverencia.

Jeon les sonrió tranquilo a los dos y volvió a sacar su chequera y entrego la paga.

— Vamos, ya empezará la sesión.

❄️❄️❄️❄️

— Sonríe, muy bien, mira a la izquierda — Jimin hacia lo que el chico dictaba.

— Ya me cansé de estar en esta posición — se quejó.

— Un momento lindo, ahora a la derecha — Minyeon, su fotógrafo, siempre había sido muy coqueto con sus modelos, antes no le había molestado. Pero ahora lo estaba mirando con una mirada seria.

Algunos empleados incluso se estremecieron.

— Muy bien, tu mano en tu mentón — Jimin hizo caso.

— ¿Quien es él? — apareció su padre de la nada.

— Mi nuevo modelo — contesto Jeon.

— Parece muy bueno en lo que hace — coincidía con su padre totalmente — te noto muy distraído con él, ¿Te gusta?

— Si, no, digo él es muy atractivo, pero lo conocí hace unos días y solo fue una vez.

— Es la misma historia que tengo con tu madre.

— ¿Debería invitarlo a salir?

— Deberías, sino se te puede hacer muy tarde.

Tomaría las palabras de su padre en cuenta.

— Ya no puedo, me caeré y será muy vergonzoso — casi grito Jimin refunfuñando.

— Es todo por hoy, pueden retirarse — Jeon sonó autoritario, Minyeon le miró mal por interrumpir su trabajo. Pero a él no le importaba.

Lo que importa ahora es...

¿Como invitar al lindo chico a una cita?



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Un inocente amor |KOOKMIN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora