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Un día normal en el valle puro corazón , se veía un lindo paisaje por las montañas, bosques y casas del lugar. El cielo estaba ya completamente despegado,ya era medio día pero el sheriff del lugar apenas abría los ojos , se sentó en su cama y se incorporó. No acostumbraba a levantarse tan tarde pero desde el pequeño accidente qué hubo su hermana y amigos lo obligaron a descansar unos días para que pudiera desestresarse. Ya llevaba descansando unos cuantos y aunque no le gustase admitirlo en verdad lo disfrutaba,el descansó no era tan malo. 

Escucho unos cuantos ruidos de fondo y decidió levantarse y dirigirse al lugar de donde provenían que era la cocina, también percibía un rico olor a comida. Al llegar vio a su hermana y amigo cocinado el almuerzo y a su aprendiz esperando ansiosa la comida

- Mao mao! Hola!- saludo la menor que se encuentraba sentada en la silla

-Hermanito despertaste! -dijo aún cocinando

-Hola amigo -le dijo el tejón que igual seguía cocinando

- Hola chicos -Saludo y se sentó al lado de la menor 

-¿Descansaste bien Mao mao?- pregunto la murciélago

- Exelente -respondio mientras sonreía 

- Estamos casi por terminar -dijo la gata de brazaletes empezando a servir los platos 

Sono un pequeño pitido proveniente del horno a lo que el del parche abrió el horno y sacó una bandeja de el - el tiempo justo  , miren hice pastel de vallas - sostuvo feliz la bandeja

- Sabía que ese olor era familiar- dijo el felino, le encantaba el pastel 

- Siii pastel dame dame dame!- voló la niña hacia el tejón

Pero fue detenido abruptamente por la gata de brazaletes - No!, Adorabat la comida lleva un orden y el de postre es hasta el final

- Ouh - se puso algo triste

- no te preocupes adorabat el pastel no ira a ningún lado - le dijo el del parche - tal vez sólo ira a mi estómago- se relamio los labios saboreando el pastel

- Que no!- gritó la artista marcial y le arrebató la bandeja de las manos - Tu también respetaras el orden de la comida 

- Hey!- reclamo

- No intentes luchar - le dijo el ojiverde

Todos se sentaron y Minori sirvió el almuerzo, que cómo siempre era delicioso, disfrutaba esa nueva rutina, le agradaba realmente tener un lugar al que llamar hogar, y ahora con su hermana intentando arreglar las cosas era mejor, aunque ahora que lo pensaba mejor su hermana estaba ahí , no podía comer pastel enfrente de ella , hiba contra el código familiar y menos desde lo que pasó cuando era niño

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El pequeño gatito estaba muy felíz con su pastel de vallas, había ahorrado por mucho tiempo para comprarse uno y ahora lo tenía, regresaba muy feliz a casa con su nueva adquisición. Llegó pero la reacción de su familia fue inesperada.

- Moo moo! ¿Cómo te atreves a traer eso a casa?!- le reclamo su padre

- El pastel está prohibido en el código de héroes! - gritó una gata de brazaletes

¿Acaso no lo sabes?- pregunto la gata de armadura plateada

-¿y así quieres ser un héroe?- preguntó su hermana de sombrero

-Mao mao debe ser desechado - dijo la gata de capa verde

- Hermanito no puedes traer pastel -dijo su hermana de bufanda, más calmada que las demás

•Recuerdos• Mao Mao héroes de puro corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora