Siempre he leído las teorías de que tus fobias o miedos en la actualidad, son resultado de la manera en que moriste en tu otra vida. Recordemos que Vegas en su primera vida tuvo una muerte tranquila, murió mientras dormía y se fue en paz, sin embargo, jamás pudo recuperarse de perder a Pete, y saben bien que aun cuando Vegas murió a los 60 años, en realidad su corazón se detuvo al mismo tiempo que el de Pete, así que veremos a un chico sobreprotector y que odiaba la lluvia, porque, aunque Pete la ama, él sigue viéndolo como lo que le arrebató al amor de su vida en el pasado.
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Comenzó de forma paulatina, al principio solo eran pequeños girasoles que le eran entregados por las enfermeras del hospital donde era voluntario, pero con el paso de los días se convirtieron en ramos y arreglos florales.
Pete sabía quién los mandaba, era consciente de que Vegas se encargaba de dejarlos para él, la pregunta aquí era, ¿por qué?
No es como si no disfrutara de ello, llevaban saliendo alrededor de 5 meses y conociéndose desde hace un año, fue un proceso largo, Vegas lo persiguió desde el primer día declarando sus intenciones, como si no quisiera perder tiempo, Pete siempre bromeaba con el hecho de que tenían toda la vida para conocerse, pero el chico simplemente negaba con la cabeza y decía, ''no quiero perder ni un segundo, quiero aprovechar cada momento de mi vida para pasarlo contigo'', eso siempre le valía un sonrojo a ambos, así que Pete jugó de manera coqueta devolviéndole el interés dejándose arrastrar a todo lo caótico que era el sentimiento de estar enamorado por primera vez, se sentía envuelto en un sueño, extraño y magnífico, la manera en que Vegas lo veía, la forma en que lo sostenía y cuidaba, siempre siendo considerado con él y procurando que Pete se sintiera bien, adoraba ser mimado, con pequeños detalles como notas, besos en su frente o los toques tan delicados en su hombro desnudo al despertar. Pero supuso que de todos los roces que le daba, su favorito era cuando le proporcionaba caricias en el cabello al dormir, tenía esa forma tan delicada de tocarlo y arrullarlo, las manos suaves y ágiles surcando su cabeza enterrando los dedos en sus mechones, era relajante mientras veían películas sentados en el sofá de su departamento o en la habitación, entonces Pete comenzó a hacerlo de igual manera, lo utilizaba como una forma de tranquilizante cuando su novio se despertaba en la madrugada en medio de una pesadilla, lo acercaba a su pecho mientras suspiraba cerca de él dándole ligeras caricias y Vegas se quedaba dormido en cuestión de segundos.
Hubo una ocasión cuando aún no eran novios oficiales, ambos fueron a una playa a las afueras de la ciudad, tenía una bonita cueva escondida entre las rocas y se mojaron dentro del ojo de agua que se encontraba en el interior de esta misma, Pete sumergió a Vegas y se aferró a él con las piernas rodeando su cintura mientras sus risas resonaban con ecos, el momento era divertido y sencillo, con la juventud en sus rostros, las gotas impregnadas en toda su piel, Vegas pasó sus manos por la cintura de Pete envolviéndolo y ambos se miraron a los ojos.
Dentro de una cueva a las orillas de una linda playa, fue su primer beso. Era delicado, las manos de Vegas temblaban al tratar de agarrar el rostro de Pete, su toque era gentil, como si estuviera tocando una pieza preciosa, sintió a Pete menearse contra él de forma cuidadosa, deslizándose hasta que ambos chocaron con unas rocas, Vegas se aferró a él lo más que pudo, saboreó su boca, deslizó su lengua por sus labios mientras lo mordía y sintió a Pete soltar un suspiro, el chico en sus manos se separó dándole una sonrisa para después salir corriendo del agua. Vegas rio negando con la cabeza y fue detrás de él, lo atrapó de la cintura mientras trataba de cargarlo haciéndole cosquillas y Pete pataleaba retorciéndose, fue entonces que cayó la primera gota de lluvia sobre ellos, Vegas temía que Pete se resfriara así que trató de convencerlo para llegar a su coche lo más pronto posible, pero el otro chico se rehusó, en cambio estiró su mano y se la ofreció.
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El día en que el mundo se detuvo.
RomanceUbicado en 1952, Pete era la energía envuelta en una persona. Vegas era la calma. Ambos perdidos entre tardes soleadas y noches veraniegas, el amor de una tarde creciendo como la espuma de mar al chocar contra las piedras. Fue bajo una cueva a las o...