yoonmin one shot's

i wanna be yours pt3

—eres tan puro. Yo me encargaré de destruirte.

¿Más?

— quítate la ropa.

Oh dios.

Quite mi ropa rápidamente y volví a ponerme de rodillas ante él.

Todo era tan excitante y sofocante al mismo tiempo.

Mi cuerpo se estremecía ante la anticipación.

—dime,¿Disfrutas del dolor?.

No...no lose.

Por ti lo amaría si es lo que deseas.

—no lo sé...amo.

Pude ver la satisfacción en su rostro al parecer mi respuesta le agradó.

—pues deberás aprender a que te guste, porque...te haré...sufrir...mucho.

Sus manos apretaban mi cabeza, como si tratara de que toda mi atención se la llevará él.

Y si lo hacía.

—¿Va a matarme?

No temía de su respuesta, realmente ya no importaba si lo hacía mientras fuera él el que terminara con mi vida.

—cuando me aburra sí, claro que lo haré.

Aguante la respiración ante la idea de él desechandome. Tirandome cómo basura...no quiero.

—ahora. Vas a usar esa boquita tan dulce para satisfacerme.

Sé a lo que se refiere. Y es tan caliente.

Desabroché su cinturón y bajé la bragueta un tanto apurado.

No veía la hora de engullir su gran pene gordo.

El me observaba con su mirada penetrante y me sonrió con burla al ver mi apuro.

Tan grande. Gorda. Y larga.

Su polla se veía deliciosa con su glande rosita y las venas marcadas en el largo tronco y los vellos claros en la base.

Tan apetecible.

Mi lengua recorrió su glande secando las gotas de pre-semen que se deslizaban por la punta.

Su olor, podría volverme adicto.

Tome la punta de champiñón en mis labios y succione. Tan grande.

Su mano acaricio mi cabello y luego lo jaló fuertemente.

—tragatela, guarro.

Guarro...por alguna razón me causó excitación que me llamara así.

Me hizo engullir su polla hasta lo más profundo de mi garganta...dolía pero me gustaba.

Recorrí con mi lengua toda su extensión. Nunca me cansaría de su polla.

Comenzó a embestir mi boca sin delicadeza alguna.

Por dios.

Tome sus grandes y pesadas bolas en mis manos masajeando.

Lo sentí tensarse...estaba cerca.

Necesito su crema en mi boca, en mi coño...en mí.

Esperaba ansioso su semen.

—¿Quieres mi leche,guarro?,¿Tan desesperado estás de mí?.

Dios sí.

Realmente lo ansió.

Su mano jaló con más fuerza mi cabello causandome un cosquilleo delicioso.