Capítulo 1

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Febrero 2011, Elena. Incesante inquietud se despierta en su alma al iniciar esa mañana, esa mañana imperante que espero cambiara su vida. Animosa toma un baño y ayuda con los quehaceres matutinos a su madre, la señora Claudia, madre viuda de 4 hijos, Elena la mas chica. Económicamente acomodados sin mas que decir, las necesidades y ambición dominan la sociedad, nunca fue suficiente, Elena nunca consiguió aceptar el hecho de la muerte de su padre y tampoco cuan injusto era Dios con ella, aunque su madre siempre le recordaba lo bendecida que era, ningún día del padre volvió a ser el mismo tras aquel día que jamás olvidará. Trata de mantener la calma, Pablo su hermano mayor es profesor de canto y composición musical en el instituto donde ella frecuenta, su hermana Stella, pues Stellita como le decía abuela, nunca fue independiente y tuvo que esconderse bajo la jareta de un marido, casándose a los 21 años, tras 5 de noviazgo con el que parecía el amor de su vida se sentía en la cima del mundo. Estaba embarazada y con los dolores de parto casi la perdemos; también ¿Quién mas iba a llamarme a media noche que su marido no llegaba del trabajo? Eso si tiene el soncho aquel, responsable como ninguno. Nunca se supo que la engañara jamás. Al menos no se supo. Ahora su nene tiene 1 añito y 4 meses, hermoso el carajillo. Pues mi otro hermano, Juancito, tras de feo y acomplejado siempre le rompían al corazón y a mi, a mi me lo rompía su desconsuelo llamaba a mami a inmencionables horas, en su cabeza maquinaba un horario extranjero supongo, él es enfermero en el nuestro hospital Rafael Ángel Calderón Guardia, su amor por la humanidad inmenso, pero papi decía que él quería a los demás por lo que nunca se va llegar a querer a sí mismo. Yo pues, yo solo voy al cole, y este año todo acabará, ha sido un martirio desesperante desde que ingresé, yo imaginaba otra cara de la moneda...Al incriscribirme; mostacilla, y sí eso nos pasa a todos, entramos con animo e ilusión y todo parece desvanecer cuando no sabemos donde se fue la felicidad y el ánimo de estar en el cole. Pero siempre seguí viendo hacia adelante y esperando un mejor mañana que no vi llegar, a lo largo del cole me llené de falsas expectativas de vida, mi abuela siempre me dijo que yo vivía medio en las nubes, ¡bah! Yo supongo que nunca puse los pies en la tierra, la ingenuidad y el buen corazón me han abrazado a lo largo de todos estos años de crecimiento Inter e intrapersonal, siempre tuve buenas calificaciones, y me consideran inteligente, Mae, yo soy una más del montón. Luego, un día, me di cuenta que lo único que siempre busqué fue eso, que los tatas le dicen a uno cuando le aconsejan no tomar guaro y pegarse mechazos... ¡Si eso! No ser como el resto, ENCAJAR. Lo mas chistoso de todo fue que nunca conseguí hacerlo, siempre hice todo pero yo creo que nunca fui la pieza que el rompecabezas de la vida localizaría ahí, si, justo donde yo quería. A lo que consta con mis abuelos, fallecieron hace tanto que, ya hasta se me olvidó, uno no ha muerto pero, para mi si. Anselmo Vallejos, conocido por su gran capital y habilidad oligarca, es no mas que una buena cara y mas falso que una moneda de cuero. Adinerado e indiferente, mami dice que nunca será feliz, mas la felicidad no se compra. Guadalupe, que bien grande le queda el nombre su esposa, es una arpía y que Dios me perdone porque no nací santa pero, ay Jesús, mujer con más caras no conozco. Papi siempre la defendió y señaló su rigidez para aceptar ser madre y levantar a un viejo viudo y obstinado como su papá, pero en el pueblo las voces nunca se callaron y siempre se habló de su pasado, cosa que en Tiquicia no cesa. Mujer de mala cuna que se viste de seda. Yo en cambio, siempre la ignoré y nunca me fue importante.

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⏰ Última actualización: May 11, 2015 ⏰

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